¿Crisis de valores en Puerto Rico? Apostemos a una solución

Voces Emergentes

altCon frecuencia escuchamos que la sociedad puertorriqueña está atravesando "una crisis de valores" lo dijo hasta un gobernador. La realidad es, que cuando escuchamos esta expresión la aceptamos como buena, incluso asentimos con la cabeza, en señal de afirmación y preocupación. 

Por otro lado, lamentándonos no vamos a conseguir nada. Los valores no son letra muerta, no se fortalecen solos, son acción, son movimiento. De qué vale decir que somos solidarios, si no lo practicamos.


Sabemos que el tema de los valores es de vital importancia para la formación, desarrollo y funcionalidad de una sociedad. Éste no es un tema "light" es un tema profundo y como tal debe tratarse.


Generalmente, se entiende,  por valores, las reglas sobre las cuales las personas basamos nuestros comportamientos individuales y sociales. Estas guías,  están presentes, en todas nuestras actividades. Sin embargo, los valores no son leyes cuya violación implica una consecuencia legal, los valores son reglas de comportamiento. Y todos somos responsables de actuar de acuerdo a los valores que atesoramos y de enseñarlos a nuestros hijos. Es decir, los valores son propiedad de todos y nos tocaría a todos defenderlos.


No existe una multa económica, por no practicar un valor acordado socialmente. Sin embargo, la factura, la sufre toda la sociedad por la debilidad social que se produce, a esta debilidad es a lo que llamamos "crisis de valores".  La crisis de valores se produce porque la sociedad ha actuado  de manera relajada,  cuando se violenta uno de sus valores. Como la corrupción, por ejemplo, que violenta  el valor de la honestidad y verticalidad, de los gobernantes. Los valores  son a la sociedad, el aglutinante que la une y ayuda a convertirla en un pueblo. Por ello cuando se violentan, nos violentamos todos.


Como casi todo en una sociedad  y en vigilancia de los valores, depende de su compromiso con la educación. No solo la de la escuela, también la de la calle, la de todos los momentos. Hace años nuestra sociedad era más homogénea, una persona podía esperar cierta uniformidad en el trato social. Si hacemos memoria, recordaremos como nos asombrábamos de violaciones de valores, que en este momento, ya no practicamos.


Con los cambios tan acelerados que hemos experimentado y la enorme penetración de una cultura anglosajona, tan distinta a la nuestra, el país ha ido cambiando ante nuestra mirada.  Además del abrazo al capitalismo desmedido que predica el consumo y la posesión material como demostración de éxito, se nos quedaron atrás muchos valores que ahora estamos echando en falta. Es, como si poco a poco, casi sin darnos cuenta, los aflojamos y pusimos la atención, en otras cosas.


Decíamos que los valores son reglas de comportamiento, guías o maneras observables de a qué,  le otorgamos valor. El valor al que se refiere no es económico o material es de la importancia que tiene la práctica de ese valor para el bienestar general.


Cualquier tiempo pasado no necesariamente fue mejor. Cada tiempo tiene su lugar. Los valores requieren muchas veces que se les examine y se actualicen. Los valores están al servicio de la sociedad en la que se practican y se atesoran como el pegamento que provee la unión. Probablemente una de las razones de la confusión con los valores, es que hemos querido romper el mapa y ahora cada uno está por la libre. Por ello podemos observar cómo unas personas guardan unos valores, mientras otras muy cercanas los violentan sin miramientos.


Trabajar para salir de la crisis y elevar el nivel social es una tarea de educación en todas las ramas de la vida, salir de la crisis es tarea de todos. Es un acuerdo entre todos, valorizar aquellos comportamientos  o guías de la vida en sociedad, que posean un sello de lo que deseamos ser y enseñar.


Para que una sociedad florezca y se sostenga sus miembros tienen que tener un proyecto común. Algo que hagan juntos  y que tenga el  sello de su cohesión. Parece ser que el  proyecto para todos, es el de esta nueva sociedad que estamos construyendo, con los valores que queremos practicar. ¿Cuál es el sello que deseamos que nos distinga? ¿Qué visión de nosotros queremos fomentar?

Levantar una sociedad toma mucho tiempo, se dice que para observar un cambio, se necesitan 20 años, muchos de nosotros no lo veremos, pero el trabajo es el mismo. Pretender  cada 4 años y  nueva elección de gobierno hacer un cambio, es un insulto a los procesos. Este no es un trabajo de partidos políticos, para esta labor no es necesario un nuevo partido.


La tarea es de inversión en la educación, en la calle no necesitamos aulas, es de hacer un examen de conciencia honesto de cada uno y una y actuar. Es de caminar como hablamos y ser modelos con lo que decimos que queremos. Ya sea por inercia o dejadez muchos nos hemos fallado, no hemos sido activos en defender nuestras guías de vida en esta sociedad. Sin embargo,  los valores pueden ser la brújula, para el largo camino que nos espera.