Pawn Sacrifice o los dilemas de una mente muy inteligente

Cine caribe

Bobby Fisher, desde temprana edad, demostró ser un prodigio del ajedrez. Más que nada, a temprana edad demostró ser el mejor jugador de ajedrez de EE. UU. Lo que no logró fue demostrar a temprana edad que era el mejor jugador de ajedrez del mundo. Realmente hablando, se topó con Boris Spasky y los jugadores de la Unión Soviética, y esos tenían otras destrezas, deportivas como políticas, y no pudo ganar. También se topó con los misterios de su mente y descubrió que allí había mucho ruido, y tampoco pudo ganar. Solo unos años después, se logró imponer. Unos años después.

La película de Pawn Sacrifice (Edward Zwick, EE. UU., 2014), nos cuenta la vida de uno de los mejores jugadores de ajedrez del mundo, Bobby Fisher, nacido en un hogar de judíos migrantes de la segunda guerra mundial, en la ciudad de Nueva York. En particular, que según fueron aumentando los retos a los que se enfrentaba Fisher (Tobey Maguire), también aumentaban sus contradicciones mentales y su capacidad de vivir bien.

La película nos permite ver a un Tobey Maguire en lo que sería su primer rol dramático fuera de la lógica de las películas del Hombre Araña. Su actuación se inicia dulce y limitada, y aumenta a una que se hace memorable. En particular, cuando uno vive con él los sufrimientos de no poderle ganar a los soviéticos. Sobre todo, que la relación con Boris Spassky (Liev Shreiber) se torna en una de lucha de poder, desde la masculinidad y la inteligencia. Es decir, es un conflicto que era de vencer jugando ajedrez, pero donde se confundían otros problemas de la vida política y social de la década de 1970.

Lo interesante de la película es el contexto en el cual la misma se da. En plena Guerra Fría, en el 1970, los máximos del ajedrez deciden competir por la copa mundial en Islandia. La vida, como es, llena de sorpresas. Debe ver la película para que disfrute todas las contradicciones de la vida misma.

Es un filme que empieza suave y luego se convierte en un profundo drama, con algunas actuaciones memorables. Si sabe algo de ajedrez, le encantará la película. Con un copa de vino, la misma se ve mejor.