The Martian o la falta de una narrativa fílmica consistente

Cine caribe

altEl problema no es la película. El problema posiblemente yace en el director, el genio Ridley Scott, quien dirigió la película.  A un presupuesto de $108 millones de dólares, y habiendo superado en los primeros dos meses de su presentación teatral los costos de producción el genio de Scott, se puede sentir que a sus 77 años su trabajo fílmico sigue siendo relevante.

Salvo un detalle: que a lo largo de su carrera Scott ha presentado importantes películas que cambiaron nuestra forma de pensar sobre algunos temas (Blade Runner, 1992, Thelma and Louise, 1991, American Gangster,  2007). Pero también ha hecho muchas películas que uno se queda pensado y,  bueno, qué vamos a hacer ahora.  The martian (Dir. Ridley Scott, EE.UU., 2015), es parte de las película inconsistentes de Scott.

La historia de The Martian es muy sencilla. En una misión de exploración del planeta Marte, un equipo de trabajo de la Nasa, debe despegar del planeta con rapidez, toda vez que viene una tormenta que los va a afectar.  Dicho esto, el astronauta Mark Watney (Matt Damon) se queda varado, y lo dan por muerto.  Conmemoran su muerte en el planeta tierra, y todos le lloran, Luego en Marte, Watney despierta y logra llegar a su campamento se rehabilita y el resto es un filme de sobrevivencia en un territorio ecológicamente hostil.

Watney se pasa tres años solo en Marte.  En dicho tiempo, mantuvo una conducta racional, muy organizada, fue creyente de nada que no fuera la razón, y más que nada se comportó como lo haría usted cada domingo que va primero de compras al supermercado local y luego va a la playa.  Es decir, ni el propio personaje ni el medio ambiente desarrollaron un discurso antagónico contra el cual se pudiera luchar en la película. Todo transcurrió normal, con escollos siempre superables, esto posiblemente por la perfección de la agencia espacial de los EE.UU. (NASA), quien había planificado la misión. En fin, que al final, tres años después, es rescatado literalmente en el aire por los de su equipo de trabajo que tres años antes habían decidido abandonarlo y quienes estando en el espacio, le dieron la vuelta a su nave y regresaron a Marte a recogerlo.

 Para el director fundador de la saga Alien (Dir. Ridley Scott, EE.UU., 1979) nadie puede pensar que luego de tres años en Marte, o cinco años metido en una nave espacial, como mínimo los astronautas no pelearon, se insultaron o quemaron parte de la nave.  Para muestras un botón, Alien. Así que más allá de no tener una controversia en la narrativa fílmica, la película deja de ser creíble.  Los dramas humanos no son creíbles.

Finalmente, la NASA se metió muy de lleno en esta película la cual vio como un gesto de promoción a su carrera especial.  Bueno para ellos, malo para el filme. Le quitó la poética fílmica tan de Ridley Scott cuando hace buen cine.

Vayan a verla, pues es el éxito de taquillas de esta temporada. Pero de verdad, es un filme bastante flojo.  Usted decide.