Donde la Luz No Alumbra

Voces Emergentes

altCualquiera diría que una nación que eligió democráticamente a un hombre negro para ser su presidente es un país de avanzada. Sin embargo, en Estados Unidos, este no es el caso.

Tras la masacre en Charleston, Carolina del Sur, donde un joven de 21 años mató a nueve afroamericanos en una iglesia, la atmósfera en Estados Unidos –que de por sí estaba tensa por problemas políticos y económicos – está más densa que nunca gracias a la hostilidad que enfrentan las minorías de parte de personas abiertamente racistas.

No, no empezó con Donald Trump. Tampoco empezó con George Zimmerman, ni con personas que abusan de la ley “Stand Your Ground” para cometer asesinatos racialmente motivados, ni con policías inescrupulosos que imparten la justicia guiados por “perfiles raciales”. Estoy hablando de un fenómeno que siempre ha estado a flor de piel, y que muestra el poco progreso social que se ha hecho en un país que clama ser el #1 en el mundo.

El FBI (Negociado Federal de Investigaciones) ni siquiera ha actualizado las estadísticas que muestran la incidencia de esta clase de crímenes a pesar que son sumamente comunes en EEUU –y tampoco clasifican estos como actos terroristas. Los medios de comunicación de esa nación, que dependen de esta información para hacer su trabajo de informar al público, ignoran de igual manera cuán grave es el problema en su país. Tratan de poner una curita en la herida, y esperan que sane sola.

De la misma forma, este fenómeno muestra lo peligrosa que puede ser la mezcla de la ignorancia con un falso sentido de patriotismo. Pero en vez de informar más a fondo sobre las deficiencias que han escalado estos malestares sociales, medios noticiosos como FOX News (e incluso CNN) cubren sensionalista y superficialmente crímenes de odio sin precedentes.

Fox News fue fuertemente criticado por realizar una entrevista en vivo con Donald Trump tras el trágico incidente en la ciudad de Carolina del Sur. CNN también fue criticado por enfocarse en cubrir noticias internacionales y responder tarde a los hechos según ocurrían.

Los medios impresos tampoco se libran de las críticas de parte de medios independientes. A pesar de que las famosas portadas de la revista Time muestran titulares de relevancia internacional a lectores de otros países, en los Estados Unidos casi siempre muestran noticias relacionadas con temas de la farándula y deportes. Si no, muestran notas sobre temas de política y economía, pero siempre a través de un lente pesimista. Casi nunca escriben artículos que traten al crimen de odio por lo que es: un profundo problema social y una herida abierta que no ha podido sanar.

Y lo peor es que siempre buscan un culpable, un chivo expiatorio que cargue con todo el peso de las circunstancias que están más allá de su control. FOX News culpa a Barack Obama, y no esconden el hecho de que sus coberturas y prácticas noticiosas están totalmente parcializadas. Tampoco hay muchos “hechos” en sus “noticias”.

Los famosos “birthers” se enfocan en perpetuar teorías de conspiración que implican que Obama nació en Kenia (África) en vez de en los Estados Unidos. Otros se enfocan en hacer ver como criminales a los afroamericanos que han muerto como resultado de estos crímenes racialmente motivados. Quizás lo hacen inconscientemente o quizás porque tienen una agenda. Como quiera, los comentaristas en ese canal se han convertido en figuras caricaturescas que ningún periodista ni medio noticioso real toma en serio, pues siempre hablan de los mismos temas como si quisieran lavarle el cerebro al público con mantras anti-gobierno.

A muchos hasta les resulta entretenido ver a trogloditas intitulados como Trump en televisión promoviendo el racismo. Pero, si siguen tratándolos como pseudo celebridades y poniéndolos en el “spot-light”, llegará el momento en que sus sombras se conviertan en monstruos gigantescos fuera de control, apoderándose de cada medio en nuestra sociedad con su retórica de odio.

Gracias al trato sensacionalista de los medios a los chovinistas xenofóbicos, estos engendros ya no se esconden en la oscuridad para perpetuar el mal. Salen a predicar sus doctrinas discriminatorias y cometer crímenes de odio en plena luz del día. Y los medios, en vez de condenar sus ideologías segregacionistas, le dan más exposición con sus lentes y la luz del flash de sus cámaras.

Aunque parezca que vivimos en tiempos oscuros, no debemos olvidar que sí hemos evolucionado como sociedad, pero que todavía nos falta avanzar y crecer en muchos aspectos. Y a pesar en Puerto Rico también existe el racismo de una manera menos evidente, lo que está sucediendo en Estados Unidos como quiera nos afecta directamente. También afecta a la diáspora boricua, o sea, los miles de puertorriqueños que migraron al “mainland” en busca de un mejor estilo de vida. Aquí en Puerto Rico, sus familiares y amigos no podemos evitar temer por ellos y por su bienestar tras mudarse a un país en donde el racismo y la xenofobia es rampante.

Como sociedad, no podemos dejar que la oscuridad (metáfora para la ignorancia, el miedo y el odio) sea la norma. Seamos como Diógenes de Sínope; alumbremos el planeta con la lámpara de la verdad y la esperanza, y arrojemos luz sobre el hecho de que todos somos ciudadanos del mundo, sin importar el color de nuestra piel o nuestra raza.