Se trata de la última puesta en escena de la destacada actriz norteamericana Sandra Bullock. En Our brand is crisis (Dir. David Gordon Green, EE.UU., 2015), la actriz representa a la experta en elecciones, Jane Bodine, quien es una experta en llevar a candidatos a puestos electos a un final feliz. Jane, no obstante, se había retirado por problemas emocionales y es rescatada de su reclusión por sus pasados compañeros quienes la invitan a participar en las elecciones de Bolivia.
La película cuenta lo sucedido en las elecciones de Bolivia en 2002, cuando el candidato a la presidencia, quien no tenía las de ganar, Gonzalo Sánchez de Lozada, y utilizó los servicios de Greenberg Carville Shrum, quienes reclutaron a Sandra/Jane, para resolver el asunto. Lo cierto es que lo resolvieron, y Gonzalo fue electo como presidente de Bolivia.
El filme fue producido por George Clooney y Grant Heslov, y está basado en el documental de Rachel Boynton del mismo nombre, que expone como las compañías de estrategas políticos de los EE.UU. inventan procesos para alcanzar la victoria electoral, conlleve lo que tenga que conllevar. En este sentido la película es una sátira en comedia/drama a los fundís de los EE.UU. que van recorriendo el mundo asesorando como ganar las elecciones.
La película cuenta tres películas a la vez. Por un lado la historia de Bolivia, país de profundas luchas sociales, que hasta el último mandato de Gonzalo Sánchez de Lozada, quien fue sustituido por el vicepresidente Carlos Mesa, luego de ser electo en el 2003 y depuesto en el 2003, mantuvo en sus elecciones presidenciales una forma de exclusión de las poblaciones indígenas. Sánchez de Lozada, ese que Sandra/Jane asesoró, acabó renunciando y desde el 2003 vive en los EE.UU. Está acusado de corrupción y de crímenes de lesa humanidad.
La segunda parte de la película es la lucha de poder entre Sandra/Jane y su archi-rival, quien trabajaba para otro candidato, y también de los EE.UU.,  Pat Candy (Billy Bob Thorton). Esta es la parte menos interesante del guión, pese a ser la que produce interesantes respuestas estéticas y fílmicas.
La tercera parte de la película, es la vida de Sandra/Jane. Pese a ser una persona muy difícil, entendía su negocio muy bien y supo hacer lo mejor del candidato de Sánchez de Lozada.
La película termina con un final como fue. Sánchez de Lozada fue a elecciones en el 2002, contra Evo Morales, quien en la película sale mal representado. No obstante, la película termina con las protestas callejeras que llevan a la dimisión de Sánchez de Lozada, y al eventual proceso electoral de forma prematura en el 2005, donde Evo Morales salió electo. El resto es historia.
Se trata de una película excelente con muy buenos actores, tanto de los EE.UU., como de Bolivia. Filmada parcialmente en los EE.UU., Bolivia y Puerto Rico, la película tiene muchos encantos estéticos que merecen ser vistos. Y sobre todo, Sandra Bullock, estuvo en su mejor momento. Una actuación excelente. La película merece ser vista sin reparo alguno, y sin o con una copita de vino.