Hoy en entrevista en Univisión el Superintendente de la Policía de Puerto Rico, Héctor Pesquera, aseveró que si uno es víctima de un robo domiciliario debe de hacer una de dos cosas: no ofrecer resistencia o de tener un arma de fuego en la casa, tirar a matar.
Ciertamente, cuando uno escucha estas cosas también se cuestiona el aparente enorme tamaño del gobierno para de todas formas ejecutar con ineficiencia crasa. Sin embargo, no debemos caer en esa tentación. Para aquellos que hemos tenido la oportunidad de aportar al servicio público, reconocemos la importancia de que nuestras instituciones gubernamentales funcionen. Un gobierno efectivo debe tener la capacidad de incubar, cultivar y proteger la visión colectiva de nuestra sociedad. La sociedad civil también tiene la responsabilidad, no tan solo de denunciar violaciones a derechos sino de contribuir en los mejores intereses de sus comunidades.
Puerto Rico tiene un gobierno débil, pero también tiene un sector privado y una sociedad civil débil. Recae en cada uno de nosotros, con nuestros diversos roles en la familia, comunidad, academia, empresa o trabajo el aportar para fortalecerlos. Son nuestros muchos actos individuales los tienen la capacidad de fortalecernos como colectivo. Denunciar es importante, pero también lo es servir desde nuestras realidades, apoyar a nuestros empresarios locales en vez de consumir productos importados o comprar en megatiendas. Las alianzas pasajeras, aunque positivas, no contribuyen resolver las complejidades del país. Se necesitan acciones consecuentes que paso a paso construyan el país que nos merecemos.