El último episodio de la saga y franquicia Star Wars, Episodio VII (Dir. J.J. Abrams, EE.UU., 2015), ha sido muy exitosa en los EE.UU. No empece a su éxito en dicho país, en Puerto Rico no ha gozado de la misma popularidad. Muy a pesar de toda la publicidad que se le otorgó a esta película, y más que nada de haberle concedido cerca del 60 por ciento de las salas de Puerto Rico, en la principal cadena de distribución y exhibición de películas en el país, la opción de ver esta película pese a ser la dominante, no ha sido lo exitoso que se esperaba. ¿Por qué?
Ya en El Post Antillano, habíamos reaccionado en una columna de política a un análisis sesudo del discurso implícito en esta película que es parte de la saga-franquicia que inició George Lucas (primeras seis películas) y que desde el 2012 controla The Walt Disney Company (productores del Episodio VII). Bajo la premisa guerrerista de hace 40 años la vida-humana, que es intergaláctica se divide entre las fuerzas del bien y el mal, que como apuntamos en este periódico es un relato cristiano asociado a la creación. Ahora bien, luego de 40 años, ¿Bajo una película que estrenó en el 1977, y luego de siete series y dos propietarios, existe interés por estas películas? La contestación es incierta.
Star Wars es un filme secuencial, que bajo el interés de Lucas tuvo una dirección. Bajo el interés de Disney, debería ser una película para toda la familia. Un filme de navidad que diera felicidad y esperanza. No obstante, para esos que vimos la película en Puerto Rico, para la audiencia local que no respaldo la película de forma avasalladora, la dura realidad se confrontaba con un filme militar futurista, en el cual la vida y la muerte violenta eran sinónimos. Ante este drama, y más allá de las campañas mediáticas, ¿quién quiere llevar a sus pequeños a ver una película de Disney, donde los buenos mueren como los malos, dado que en todo momento la gente se está “cayéndose” a tiros?
La historia el Episodio VII, es una sencilla. Los actores y actrices del Episodio IV, el inicial, se encuentran asediados por la fuerza del mal, que ha desarrollado una nueva y destructiva arma, con la cual los harán desaparecer. Dado que dentro de las fuerzas del mal ha habido detractores, lo cual nadie sabe por qué, dichos detractores se convierten en aliados y lucha por destruir la fuerza del mal, lo cual al final lo logran.
La película introduce a dos actores, ambos ingleses. Daisy Ridley (Rey) y John Boyega (Finn). Ella es una guerrera solitaria, y el es un desertor de las fuerzas del mal. El resto de los actores, vienen de episodios previos, y en particular nos encontramos con varios de los originales, los cuales hacen de la película una más interesante o más confusa. Esto lo decimos pues, tendría que ver todos los episodios para entender esta puesta en escena.
En fin, valla a ver la película si desea. Hay otras películas en la actualidad dirigidas al público familiar en Puerto Rico, que han sido más exitosas.
Crédito foto: KAMiKAZOW, www.pixabay.com, bajo licencia de dominio público.