Sonetillo del Adicto

Caribe Imaginado

Me vale, sí, me vale. No soy oveja de rebaños. Soy una voz con algo de cordura. Quiero que la cosecha del futuro sea buena, llena de esperanza. Y tanto la niñez como la adolescencia son etapas de fragilidad que debemos proteger. Yo he visto jóvenes perderse por la presión de grupo y por el tonto gusto por la experimentación de paraísos artificiales.

Escribí hasta un cuento donde el estado administra gratuitamente a las clases bajas con dosis de drogas para mantenerlas al margen del progreso. Es así, endrogados los profesionales no sirven.

Las calles están llenas de adictos y cuando les preguntas cómo empezó, te responden:

Fumar es el comienzo, la divisa
la batalla que agota la esperanza
transformarme en un cuerpo estropeado
y sin más voluntades en mi alma.

Mamá lo decía tarde y noche
que la tristeza así no se combate
Hijo mío: “te vas a reventar en ese bache”

Hoy solo me acompañan sus reproches
y el deseo de salirme de este cuerpo
que es mi cárcel,

pero duelen
los barrotes
en mi sangre.


Crédito foto: Hash Milhan, www.flickr.com, bajo licencia de Creative Commons (https://creativecommons.org/licenses/by-sa/2.0/)