Nuestra vida se incinera en sus riquezas
Por la vereda de un río un hombre camina, su piel curtida por el sol y sus manos rugosas por labrar una tierra árida, crean un contraste armónico con sus ojos terrosos, su mirada está seca como las rocas del cauce después que se llevaron el agua. El calor es atroz y la sed es insoportable, él cae de rodillas e implora por un poco de agua, minutos después muere.
La imagen es esperpéntica, como la construcción literaria de Gabriel García Márquez en la novela “El otoño del patriarca”, cuando describe el momento en que el tirano les cedió a los gringos el mar, quienes se los llevaron por pedazos y dejaron un paisaje desolado, un gran desierto sin vida.
Así, nuestras sociedades se enfrentan a la destrucción de la naturaleza y su bio-diversidad por los intereses mezquinos de los poderosos y las transnacionales, nuestra vida se incinera en sus riquezas.
Pero al día siguiente llegó otro hombre, quien vio al cadáver y le dijo, “levántate habremos de caminar por la causa justa”; luego estos dos hombres hicieron un esfuerzo y sus pasos se hicieron marcha. El 22 de abril de 2016 -fecha en que se celebra el Día de la Tierra-, miles de guatemaltecos llegaron a la ciudad, luego de caminar durante varios días cientos de kilómetros; para exponer sus demandas en relación al agua.
Esta travesía se ha denominado “Marcha por el Agua, la Madre Tierra, el Territorio y la Vida”. De esa cuenta mujeres, niños y hombres -con un arrojo único- llevaron sus voces para que los legisladores oyeran sus justas demandas. Una multitud que propone el respeto a la vida, a la vida de todas y cada una de las personas, incluyendo de aquellos que por ambición destruyen el planeta.
Tengo la intuición que las palabras de los dirigentes agrarios frente a los parlamentarios serán sonidos sin presencia. El Congreso Nacional de Guatemala dominado en su mayoría por personajes sin escrúpulos, -incluso muchos tienen procesos por corrupción-; se han vendido al mejor postor en el tema del agua porque les representa coima de las trasnacionales.
En este sentido, los congresistas de varias legislaturas han hecho caso omiso a las diversas iniciativas de ley en cuanto al manejo del agua, más de 12 iniciativas a lo largo de 30 años han sido archivadas en el rincón del olvido.
Es necesario acotar que es la primera vez en la historia del país que un tema tan complejo despierta la conciencia de millones y la marcha en su esencia estuvo compuesta por más de 20,000 personas, quienes caminaron cientos de kilómetros desde distintos puntos del país.
Recalcaron que el agua, como fundamento para el ser humano, significa vida; todos estamos en armonía absoluta con el líquido. Sin embargo, la ambición de unos pocos que destruyen los causes de los ríos y contaminan los lagos nos llevará al colapso de la vida en su complejidad.
Hoy la humanidad se enfrenta a una crisis sin precedente por el recurso, por un lado están los "señores del dinero, las armas y el dolor", quienes han ido privatizando el agua para enriquecerse más y como contraparte están todos los seres humanos, quienes necesitamos vivir; comunidades con un sentido de comunión que respetan la naturaleza.
Hoy la marcha comienza, se han dado los primeros pasos, presiento que habrá que caminar miles de kilómetros más para que la conciencia de la humanidad en su conjunto comprenda la importancia del manejo apropiado del agua. Estas fotografías y palabras son un paso más en la necesaria marcha de la historia por la vida.