Finales de verano y comienzo de…¿ qué ?

Caribe Imaginado

Casi todos despedimos el 2015 con cara de signo de interrogación, a muchos se nos marco el entrecejo durante los meses que pasaron, llegamos al 2016 con entrecejo fruncido y cara de pregunta sin respuesta.

En lo que llevamos de año nos han caído encima verdades como puños que casi nos aplastan. Hemos vivido situaciones que parecen de novela de las 7pm pero de las malas, donde nos enteramos que lo que vivimos no era la verdad, que es cuando a la protagonista se le queda cara de teléfono ocupado. A muchos les ha tomado de sorpresa lo que otros hemos vivido como un San Benito colgado, pesado, por toda nuestra vida.

Y la clase política del país “bien gracias” de vacaciones más o menos lo mismo de años pasados, solo que ahora están esperando la junta o no junta, aunque ya sabemos que la junta llegó hace mucho y tardará mucho más en irse. Ellos están en lo suyo que obviamente es, lo mismo que llevan haciendo cada día de cada año.

Dicen que hay elecciones para noviembre muchos no entendemos de qué se trata pero sin duda habrá elecciones porque si no las hay, ¿cómo justifican los políticos sus sueldos y sus vidas? Lo más interesante es, que están haciendo una campaña que se supone que no ha comenzado pero que nunca termina, igualita a la de años atrás.

Parece que el guionista escribió el libreto y a nadie se le ha ocurrido revisarlo, para ver si es pertinente. Podemos observar como siempre comportamientos que ya dan vergüenza ajena, el carácter blando tan usado y tan dañino, las cantinfladas, la bravuconería tan ajada, el no saber nada y la autocomplacencia gastada de que todo lo que hacen lo hacen por el pueblo. Un pueblo que no conocen y que ya se les ha ido de las manos.

Y mientras, llega el verano en un país donde nunca se va del todo y hacemos planes y corremos a descansar de lo que sea. Muchos trabajamos más este año que nunca antes, porque cuando la conversación es económica como lo ha sido todos estos meses, las emociones se recienten, los problemas sociales se agudizan y terminamos enfermos o en crisis.

Además de una economía tambaleante, inestable o casi inexistente los miedos al futuro caminan por las calles, los monstruos del abandono, de la humillación colectiva, provocan cientos de situaciones. Lo desafortunado es que el pueblo no las sabe manejar, no se siente apoyado por los “líderes” y ya no siente que tiene el imperio de su parte. Es decir huérfanos de todo, hasta añoran los tiempos donde éramos una colonia bonita invisible al mundo, bien cuidada donde nunca sucedía nada, que se viera a simple vista.

Pero llegó el verano con sus días de fiesta y más fiestas para irnos a “despejar a algún sitio”, “para olvidarnos de todo”, para cerrar los ojos creer que todo fue un mal sueño y Estados Unidos aún nos ama. Haciéndonos ideas frente al mar con una medalla en la mano, logrando ese lugar mágico donde nada nos molesta y nada nos perturba, total somos caribeños y a mucha honra.

Pero se nos está terminando y de solo pensarlo ya nos entra el pesar, la macacoa y hasta las somatizaciones. Muchos leemos más o menos la prensa o nos enteramos de lo que pasa pero “pana no es lo mismo escucharlo aquí que allá”, como si allá fuese un sitio muy lejos y en la mayoría de los casos está a una hora de distancia. “De solo pensar en la vuelta se me erizan los pelos del cogote” pero hay que volver a la dura realidad. Muchos quieren saber qué es lo real y cuál es el invento de politiqueros mezquinos para ganar réditos como siempre o para no ser tan duros si le tiramos la toalla, ellos tampoco saben, entonces ¿en manos de quién estamos?

La confusión, la ambivalencia del discurso es tan pronunciada que tal parece que somos un barco lleno de gente y problemas a la deriva buscando puerto. Y justo aquí es donde entramos nosotros, todos nosotros, justo en el peor de los escenarios se hace la luz, nuestro barco no va a la deriva nuestro barco cambio de capitán y está en nuestro mar el que nos rodea, ahora somos nosotros los dueños del destino de hacia dónde queremos ir. Lo que sucede es que no hemos tenido ningún líder del presente que lidere esta verdad y los del pasado están manchados por los que ahora nos han dejado solos y confundidos.

El peor momento es siempre el mejor, en la oscuridad es que conocemos la luz y nos descubrimos, descubriendo la verdad sin maquillajes ni eufemismos que tanto daño nos han hecho. Regresar del verano, volver a la rutina, no es una condena cuando la aventura de la vida que todavía hay que reclamar nos espera. Fijémonos en las siembras que crecen a diario, de jóvenes y mayores que quieren sembrar para que comamos lo que da nuestra tierra. Nuestra tierra da frutos que nos nutren el cuerpo y el alma, un país que puede comer de su propia mano es un país en progreso y bienestar para todos. No nos confundamos con porquerías que quieren vendernos nuestra propia destrucción, la aniquilación voluntaria no puede ser la salida, con junta o no junta este país es nuestro y nos toca reclamarlo y vivirlo.

¡Ah¡ sabemos que muchos tomaron vacaciones, cuando otros no pero sí hay un grupo que las tomó en la calle, en la Chardòn con mucho calor, con truenos y relámpagos, con carros que se enojan por el espacio que están ocupando, por amenazas de desalojo de la calle, con todo han dicho presente por todos los demás. Gracias.