El tema del cabello al natural sigue ganando adeptos en Puerto Rico. Artistas como Tego Calderón, Choco Orta y Dulce Coco, entre otras renombradas figuras, llevan a flor de piel el orgullo por el cabello afro al natural. Es un asunto histórico y cultural, un orgullo de ser negro. Pero cuando se trata de belleza y de vanidad femeninas, es imperativo ahondar en otras razones que sustenten como positiva la transición al cabello natural. La mentalidad eurocéntrica del pelo estirado como medida de belleza y formalidad troncha estos esfuerzos. Las diferencias culturales son solo eso: diferencias. Las diferencias entre las personas no implican que una persona sea mejor que la otra. Así ocurre con nuestro cabello. La textura, largo, color o peinado de nuestro cabello son parámetros de juicio muy limitados con los que medir la calidad humana de ningún ser. Los estereotipos impuestos por una mentalidad opresora imprimen que lo blanco es lo bello, y que el cabello rizo y ondulado o crespo merece “domesticarse”. Esas mentalidades engranadas en la psiquis femenina y como presión general en la sociedad, amarran a millones de mujeres alrededor del mundo a nocivos tóxicos, muchas veces comprados con gran sacrificio, con tal de lucir “bella” y presentar una imagen “profesional”.
La esteticista Cesy González luce su más reciente obra: el big chop de la modelo Yolima Santos.
En este artículo enumero diez beneficios de llevar el cabello rizo al natural, esperando que sea de utilidad para tantas amigas, primas, hermanas y seguidoras que buscan llevar el mensaje de salud, historia, aceptación y amor propio a tantas otras hermanas también esclavizadas bajo ajenas consignas de belleza.
1. El Hidróxido de Sodio causa cáncer en el esófago
El ingrediente principal de las fórmulas más fuertes de alisado es hidróxido de sodio (NaOH), un corrosivo al que también se le responsabiliza de causar edemas pulmonares. En una entrevista a Primera Hora, el estilista Delfín Olmo explica que el propósito del hidróxido de sodio es “romper las moléculas del cabello con el propósito de dejarlo lacio permanentemente o hasta que el cabello vuelva a crecer”. De la misma forma que el químico rompe la molécula del cabello, causa daños en el cuero cabelludo, siendo que la persona permanece con el químico puesto en su cabeza por espacio de entre 20 a 45 minutos más o menos y dependiendo del estilista o si fue un método casero, es aún más peligroso. Nota que te están poniendo en tu cabeza un producto del cual su estilista se protege con guantes. Una sustancia que literalmente quema la piel. La verdadera vanidad debería ser sinónimo de inteligencia.
La página web Livestrong reseña que con un pH de 12, el hidróxido de sodio “tiene el mismo nivel de ácido que el amoníaco”. Echarnos amonia en el pelo fue la receta que nos dio la hegemonía del blanco, mejor conocida como colonización. La razón principal por la que la Administración Federal de Drogas y Alimentos (FDA por sus siglas en inglés) admite el uso de este ácido es porque, como ocurre con el High Fructose Corn Syrup, es muy económico. Claro que se supone que la FDA alerte contra productos que son nocivos a la salud pública, pero la intrincada madeja de relaciones entre la industria farmacéutica (que rige los cosméticos) y esta agencia de gobierno, impide a la última actuar con mano firme en bienestar del consumidor. Por eso es importante compartir informaciones como esta, los medios no van a alertar en contra de las corporaciones que los auspician. Gran parte del control que ejercen para hacernos sentir inseguras y no hablar de las cosas que importan, es hacernos sentir inseguros de nuestra apariencia a través de la programación mediática. Esa sensación de no pertenecer socava la seguridad personal.
 
Historia breve del blanqueamiento del pelo afro
Los orígenes de la creación del hidróxido de sodio se le atribuyen al negro Garrett Morgan 1877 – 1963, un prestigioso hombre de negocios y reconocido inventor de su época. Morgan, inventor del semáforo y de la máscara de gas, era dueño de una fábrica de hacer ropa. Tenía una situación porque las agujas se le calentaban muy rápido, lo que le afectaba el tiempo de producción. Creó entonces esta solución que según vio, suavizaba la tela hasta que la estiraba. Probó en un perro y luego probó en su propio cabello con éxito. El producto transformó el curso de su compañía para siempre. Así, en el 1909, creó la crema refinadora de cabello G.A. Morgan. Años más tarde,en el 1914, cuando Garrett inventó la máscara de gas, usó esta crema para hacerse pasar por el indio “Gran Jefe Mason” para convencer principalmente al mercado del sur de los Estados Unidos de que hicieran negocios con él.
La peinilla caliente
Antes del hidróxido de sodio estaba la peinilla caliente. Ese medieval aparato de metal que nuestras madres y abuelas usaban para estirarnos el cabello a puro calor del infierno. Ese adefesio fue creado por los franceses a mediados del siglo 19. El empeño imperialista y colonialista, las referencias al pelo rizo como lana, animalizando al sujeto, o convirtiéndolo en objeto, fueron entre otras trabas y abusos mentales que llevaron al negro y a la negra ancestral a someterse a disfuncionales paradigmas de belleza. Es el nacimiento del pelo malo. La estructura esclavista como eje central de la economía solo puede mantenerse a base de una pobre autoestima. Es importante que el esclavo piense de sí mismo que es un inútil, que no tiene fuerzas, que su apariencia es inadecuada, que en definitiva, es fea.
 
Madame CJ Walker se hizo millonaria vendiendo peinillas de metal para estirar el cabello afro.
Antes de ser fea se pasaba una la peinilla porque se la pasaba. Se quema una el pelo porque se lo quema. Fue para el 1845, años antes del éxito de Garrett que madame CJ Walker, una mujer negra de gran espíritu empresarial, popularizara su adaptación de la peinilla caliente y un producto que restablecía el cabello. CJ Walker es la primer mujer negra en convertirse a sí misma en millonaria según el libro de Guinness. Fue el empeño de acomodarse, de aclimatarse a la cultura ya impuesta por el blanco lo que llevó a estas iniciativas, aunque se entiende que algunos lo critiquen de oportunismo.
Observa que en ninguna de estas instancias se tomó en cuenta la salud de la persona que recibe el tratamiento. El énfasis es que el producto funciona, que estira el pelo.
2. La razón por la que los alisados funcionan es porque rompen las moléculas que dan fuerza al cabello. El alisado drena el cabello de sus aceites naturales.
3. La FDA se manifiesta al tanto del peligro que representan los alisados, una industria billonaria, pero no hace nada por regularla y se limita a proveer un formulario de quejas. Puedes accesarlo aquí.
4. Considera el ahorro familiar, $50 por alisado, si te retocas mensualmente, podrías ahorrarte casi mil dólares al año. Abundan los reportes de que 62 personas en el mundo poseen la mitad del capital a nivel mundial, ¿qué ajustes estamos haciendo en el bolsillo familiar para contrarrestar esta realidad?
5. Considera el tiempo que pasas en el salón de belleza expuesta a químicos adicionales en lugar de disfrutar un bello día de playa y sol sin la atadura de expectativas ajenas a tu cabello.
El hidróxido de sodio es común en los alisados más fuertes. Una versión más suave es el alisado a base de hidróxido de calcio, conocido como no-lye Se puede pensar que como es no-lye, es más saludable. Estos son los peligros del alisado no-lye:
6. El Departamento de Salud de Nueva Jersey advierte en una publicación acerca de los peligros del hidróxido de calcio. Establece que no debe respirarse. ¿Usas máscara o cubres tu cara cuando te aplicas o cuando tu estilista te aplica el alisado no-lye? Si no cubres tus vías respiratorias, podrías estar en riesgo de contraer o acelerar condiciones respiratorias.
7. El hidróxido de calcio se usa para crear cemento. Está listado en la Occupational Safety and Health Administration (OSHA) como una sustancia peligrosa (hazardous). En su estado natural es un polvo blanco. Se advierte de evitar el contacto directo con la piel por riesgo a quemaduras. Con un pH de 12.6, se considera un alcalino. El hidróxido de calcio se usa para diluir pinturas.
 