Collateral Beauty (Dir. David. Frankel, EE.UU., 2016) es la nueva película donde el antiguo comediante afro-americano Will Smith, participa con un reparto estelar y que se encuentra en cartelera en la isla. No obstante, para un actor como Smith, la selección de filmes en la pasada década, lo ha dejado postrado en el drama, en la parte dura de la vida. Pese a todo, Collateral Beauty es un soberano drama, pesado como el sólo.
Collateral Beauty cuenta la historia de un empresario exitoso en la ciudad de Nueva York, quien trabaja en la industria de la publicidad. Howard (Will Smith) pierde a su hija por una enfermedad asociada al cáncer, y se sumerge en una depresión profunda. Los socios de su compañía, Whit (Edward Norton), Claire (Kate Winslest) y Simon (Michael Peña), conspiran para realmente hablando, botarlo de la empresa. Ante esto, vea la película, desarrollan toda una trama, que es interesante, donde sustituyen lo real por el teatro.
La razón por la depresión de Howard (Will Smith) yace en la muerte de la hija. A partir de ahí, se desarrolla una segunda trama, la cual debe ver, pues si se la cuento, le descubro la película. Ahora sí, lo que sostiene como interesante a esta película, son los actores de reparto, los cuales son buenísimos. En particular Brigitte (Helen Mirren), quien tiene una actuación nominable para un Oscar.
En fin, que Collateral Beauty me recuerda un filme Griego, de cuyo nombre y director no logro acordarme, donde a la muerte de los seres queridos, una compañía de teatro ofrece servicios de representación de la persona fallecida. Algo de esto tiene Collateral Beauty, que difícilmente ha sido traducida en la Belleza Oculta.
Siempre vaya al cine. Collateral Beauty es un gusto adquirido. Tiene otras opciones más adecuadas para la temporada de festividades por la cual atravesamos. Pese a que todos y todas llevamos dentro una belleza escondida.