Victoria (Dir. Sebastián Schipper, Alemania, 2016) es una película que se presentó secretamente en Puerto Rico. Nadie la anunció. Nadie dijo donde era. Usted llegaba, así como que clandestinamente y le pedía, literalmente hablando al cantinero, que prendiera la máquina de cine. Así como que sí, usted se sentaba en la sala, vacía, y veía esta película como si estuviera en la casa de Bruce Willis en Hollywood, California.
Todo esto lo viví, hace unos días, al ir al “semi-oculto” cine de arte que opera en Cinema Bar en el Palacio de Ballajá, en el Viejo San Juan. Allí, se presentan películas exclusivas, para una audiencia bien exclusiva, de forma totalmente exclusiva. Usted se entera, literalmente hablando, porque alguien se enteró antes, y le dijo, “pasa por allí, que hay una película extraordinaria”.
Victoria es una película monumental, que produjo una premiación única en el Lola Film Festival de Alemania (Laia Costa es la primera actriz no alemana, que gana un premio por mejor actriz, y nunca habla en alemán en la película), y en los Premios Goya de España. Así que usted debe ir de gira a ver la película de Sebastián Shipper quien, con apenas su segundo crédito fílmico como director, nos presenta un drama/triller entre las 4:30 am y las 7:30 am en Berlín. Es decir, la noche dura de los bares tecno/rave, donde el éxtasis flota en el aire y se inhala. Y donde la película se filma con una cámara en un solo plano de 148 minutos, donde la actriz principal Victoria (Laia Costa) nunca deja de estar en el plano.
La película maneja, de forma creativa e inteligente, el humor alemán, cuando cuatro amigos dedicados al vicio, la lumpen-delincuencia, y sobre todo a vivir la vida plena, se encuentran con Victoria. Boxer (Franz Rogowski), Blinker (Burak Yigit) Sonne (Frederick Lau) y Fub (Max Mauff). Las actuaciones en general son extraordinarias, pero tanto Laia Costa como Frederick Lau fueron galardonados por sus roles, tanto en España como en Alemania.
Ahora bien, si usted vio Vértigo (Dir. Alfred Hitchcock, EE.UU., 1958), le va a gustar Victoria. Si usted conoce Breathless, en francés À bout de soufflé (Dir. Jean-Luc Goddard, Francia, 1960), le va a gustar esta película, pero mucho. Si conoce el Dogma 95 de los daneses Lars Von Triers y Thomas Vinterberg, esta película le va a gustar.Sí, Victoria trata de una gran película de cine culto, de personas que disciernen, de cine de arte, como pocas se hacen hoy. Salvo el filme Neruda (Dir. Pablo Larraín, Chile, 2016), usted no va a encontrar hoy película de igual calidad en cartelera. Y de verdad que Alejandro Gonzalez Iñarritu, debe de estar interesado en el cine que hoy nos presentan Schipper y Larraín. Sólo González Iñarritu hace películas para directores como Schipper y Larraín.
En fin, tengo un problema. Si les cuento la película, les cuento la película. Ese es el problema del cine en un solo plano – no se puede contar. Tiene que ir a verla. Victoria, es simplemente, excelente.