Fumar es el comienzo, la divisa
la batalla que agota la esperanza
transformarme en un cuerpo estropeado
y sin más voluntades en mi alma.
Mamá lo decía tarde y noche
que la tristeza así no se combate
Hijo mío:
“te vas a reventar en ese bache”
Hoy solo me acompañan sus reproches
y el deseo de salirme de este cuerpo
que es mi cárcel,
pero duelen
los barrotes
en mi sangre