Jennifer López es la actriz de origen puertorriqueño, se asuma como tal o no, más destacada en el mundo del entretenimiento americano y global. Desde sus inicios como artista, hasta el presente, siempre la he seguido. ¿Por qué? Porque es original. Porque siempre tiene algo nuevo que decir o contar, incluyendo su más reciente película, en la cual, para bien o mal, cuenta bastante de su vida personal.
Marry me (Dir. Kat Coiro, EE.UU., 2022) es una interesante película sobre la vida de una artista llamada Kat Valdez (Jennifer López) quien es una mega estrella y desea llevar a escena en un concierto, su cuarto matrimonio. En serio, su cuarto matrimonio como la actriz Valdez/López afirma en la película. Se desea casar con Bastián (Maluma), pero éste antes del concierto y la boda, participa de un romance extra marital, y ahí pudo terminar todo.
Pero siendo Valdez/López, quien es, “a rey muerto, Rey puesto. Decidió casarse con un hombre al cual ella miró desde el escenario y quien portaba un letrero que decía “marry me”. Charlie (Owen Wilson), decide participar en un romance matrimonio no esperado, y el resto es Hollywood (lo que queda de esta ciudad emblemática de la industria del cine de los EE.UU.).
La película es cómica, es genuina, y nos permite entrar en el mundo íntimo del personaje de Valdez/López. Luego usted cree lo que le parezca. Digo esto, pues en varios momentos, la actriz boricua hace confesiones que difícilmente tengan que ver con el guion del filme. Realmente hablando, tienen que ver con lo que ella piensa de su vida, de las parejas y sobre todo del amor.
Hay que verla, por apoyar a Jennifer López en todos sus proyectos. Su actuación es buena, y la de Wilson es interesante. “Oh dios, que he hecho yo para merece este papel”, es una pregunta recurrente que me hice cuando lo veía en escena frene a López.
A verla sin miedo o restricciones.
