En Australia exploran la desalinización del agua del mar

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Hay dos métodos utilizados comúnmente para la desalinización del agua de mar hasta ahora. Está el viejo y tradicional método de extraer y destilar agua de mar mediante evaporación seguida de condensación y separar, así, la sal del agua. Es el método más rudimentario y costoso por su alta necesidad de energía eléctrica para ello.

Se ha desarrollado otro método que es el de osmosis inversa, utilizando un empuje a alta presión del agua salada hacia una membrana semipermeable para separar la sal del agua. Los sistemas de membrana para la desalinización requieren menos necesidad de energía eléctrica que la térmica tradicional del pasado, aunque la energización eléctrica requerida sigue siendo mucha.

Ambos métodos tienen altos costos, tanto económicos como ambientales. Los costos económicos se derivan del alto requerimiento de energización eléctrica. Los ambientales pueden verse en el Asia Occidental, donde, por ejemplo, este proceso de desalinización energizado eléctricamente con combustibles fósiles significa una generación combinada de 76 millones de toneladas de CO2 a la atmósfera todos los años. Esta cifra de CO2 liberado a la atmósfera se estima que sea tres veces mayor para el año 2040.

Otro problema ambiental estriba en el subproducto de la desalinización: la salmuera; esa espesa sopa hipersalina sobrante que vuelve a bombearse de regreso al mar. Para obtener un galón de agua potable con los métodos de desalinización actuales se necesitan dos galones de agua de mar. Ese residuo hipersalino residual es lo que se conoce como salmuera.

Por ser la salmuera hipersalina más densa que el agua de mar, el resultado es que descienda hasta el lecho marino, provocando que se reduzca el contenido de oxígeno por su alto contenido de sal, afectando concomitantemente el ecosistema de los mares.

Empero, la desalinización del agua de mar es la opción más viable que tienen hasta ahora países como Egipto, en disputa por una fuente de agua potable del río Nilo que comparte con Etiopía en sus planes de represar sus aguas para proyectos de electrificación y de suministros de agua potable a la creciente población egipcia.

En Israel, por otro lado, la sequía y el bombeo seguido para suplir de agua potable a la población israelí ha provocado que el Mar de Galilea haya bajado peligrosamente su caudal, siendo este mar interior de ese país el depósito agua dulce más grande que posee. Con ello se están viendo afectados el Río Jordán, aguas abajo, así como el Mar Muerto. Ante su situación con los suministros de agua potable a su población, Israel también está apostando a la desalinización del agua de mar.

Los planes de Israel son bombear agua desalinizada desde el Mediterráneo hacia el Mar de Galilea para mantener su caudal a elevaciones adecuadas.

Actualmente, 300 millones de personas en el mundo obtienen agua potable desalinizando el agua de mar. Un total de 173 países tienen plantas desalinizadoras, siendo Arabia Saudita el líder de esa tecnología de obtener agua potable, por no poseer en su territorio ni un solo río. Sus costas están repletas de plantas desalinizadoras, que proveen a su gente la quinta parte del agua potable que se obtiene por este método en el mundo. Se experimentan en estos momentos otras tecnologías innovadoras para desalar el agua de mar.

Un estudio de la Universidad de Sydney, Australia, indica que únicamente 36 gotas de lluvia de cada cien están llegando a los acuíferos en la mayoría de los países del mundo, debido a la desforestación, a los desarrollos urbanísticos y a terrenos cada vez más secos en países no desérticos que requieren más cantidad de lluvia para que el agua llegue a ríos, lagos, otras fuentes hídricas y al nivel freático de las aguas subterráneas.

A su vez y según el Instituto de Recursos Mundiales, entre 1961 y 2014, la cantidad de agua dulce extraída de los acuíferos aumentó en el mundo 2.5 veces. Hoy en día, 33 de las ciudades con más de tres millones de habitantes enfrentan un estrés hídrico. Se espera, que para 2030 este número de ciudades aumente a 45, afectando a casi 470 millones de personas.

Ante esta necesidad de agua global, Arabia Saudita está utilizando el método de desalinización y desarrollando un proyecto experimental sumamente ambicioso a un coste de 500,000 millardos. Se trata de una esfera formada por una cúpula de vidrio de una altura de 25 metros y que cubre un caldero de su mismo tamaño. La cúpula o esfera solar fue diseñada por una empresa del Reino Unido, en asociación con la Universidad de Cranfield.

El agua de mar se canaliza a través de un sistema de acueducto cerrado de vidrio que caliente el agua con luz del Sol mientras viaja hacia el domo, también de vidrio. Este domo de vidrio sirve de olla para hervir el agua a una gran temperatura, por razón de unos espejos parabólicos que concentran la radiación solar. Así el agua de mar se calienta hasta la evaporación. Como resultado, vapor altamente presurizado se libera a un área donde se condensa en agua dulce o potable que se canaliza a embalses o canales de riego.

El domo solar está destinado a producir 30,000 galones cúbicos de agua dulce por hora, a un costo de únicamente 34 centavos por metro cúbico. No obstante, sigue sin resolverse el problema con la salmuera hipersalina residual. Se supone que con este método se reduzca la salmuera. Se proyecta que la salmuera se pueda comercializar, debido a que contiene sustancias que pueden utilizarse por otras industrias. Pero todavía esto está por verse.

Puerto Rico, una isla caribeña rodeada de agua de mar, está desaprovechando esta potencial fuente de agua potable mediante la desalinización, en tanto que sus acuíferos naturales están reduciendo sus caudales y hay períodos continuos de sequías cada vez más frecuentes. Es hora de que vayamos explorando el método de desalinización para abastecer de agua dulce al país para las necesidades de su población, la agricultura, la avicultura, la ganadería y otras industrias que requiere grandes cantidades del hídrico para su producción de bienes.