Woman King o recrear la historia de Africa para cambiar la narrativa

Cine caribe

No pensé que fuera una película tan compleja. La vi y me pareció trillada, confusa y llena de referentes incorrectos. Eso fue lo que este hijo educado, profundamente africanista, pensó aunque luego en la lectura e investigación de la película, descubrí que se trata de un trabajo excepcional.

Woman King (Dir. Gina Maria Prince-Bythewood ; EE.UU., 2022), narra la historia ficcionalizada del imperio de Dahomey en el espacio geográfico de lo que es hoy Benín, en la costa occidental de Africa.  La historia parecería sacada por los pelos.  Pero, luego de verla con calma, y leer de la misma, descubro un mundo infinito de información que hace de la película una sumamente interesante e importante.

Así las cosas el Imperio de Dahomey, está siendo atacado por el Imperio de los Oyo.  Ambos eran imperios colaboracionistas en la trata de personas esclavizadas con el mundo europeo; ellos, los de Dahomey, tienen capacidad de luchar, por vía de un grupo de guerras mujeres, que se llamaban Agojie, y se conocieron como las Amazonas Guerras de Dahomey.  Estas fueron las mujeres que protegieron el imperio por dos siglos, de otros imperios y también del mundo de los colonizadores.

La líder, Nanisca (Viola Davis) le imparte de una personalidad importante a las guerreras. Mientras, Nawi (Thuso Mdebu)  le impone un contrasentido a todo lo que hacía la líder de las mujeres. Al final se reconcilian, por un detalle importantísimo que no se puede contar.

La película es importante porque abre una parte de la historia poco discutida a nivel global que fue la colaboración de los imperios africanos con la trata de personas esclavizadas.  Por otro lado, plantea desde una lógica feminista, romper con ese patrón cultural de esclavizar a los seres humanos residentes en Africa.

No obstante, el guión se pierde de momentos, tiene conflictos con el momento histórico (1820) y las prácticas y conocimientos culturales de la época. Además tiene problemas complicados de actuación, pese a la ejecución magistral de algunas actrices como Davis y Mbedu Pero, dicho todo lo anterior, es más importante contar la historia no contada sobre la trata de personas esclavizadas.

Es una película que debe ver toda la familia y luego investigar de sus orígenes.  Es una importante contribución en la reescritura visual de Africa y su rol histórico para la humanidad. A verla sin condiciones.