Lares en el momento que vive la Nación Puertorriqueña

Comunicados de prensa
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[Nota del autor: Mensaje de la Gran Maestra del Gran Oriente Nacional de Puerto Rico, Elsie Torres Negrón, el 23 de septiembre de 2022 e:.v:., en la celebración del 154 aniversario del Grito de Lares]

Un abrazo solidario a nuestro pueblo en momentos en que enfrenta una crisis en los servicios esenciales como consecuencia del abandono, la incompetencia y la insensibilidad gubernamental tras el paso del huracán Fiona por nuestro archipiélago.

En esta ocasión, y coincidiendo con una coyuntura trágica como esta, una vez más la Masonería Patriótica Puertorriqueña se reúne en Lares para conmemorar la gesta revolucionaria que, bajo la dirección de nuestro Hermano Ramón Emeterio Betances, proclamó nuestra primera república en el año 1868.

Los Hermanos y Hermanas del Gran Oriente Nacional de Puerto Rico estamos aquí con la conciencia de la necesidad de transmitir a las nuevas generaciones las lecciones que dicho proceso de lucha puede aportar a la solución de la crítica realidad que hoy sufre el pueblo puertorriqueño.

En el orden político, la realidad colonial, antes bajo el imperio español y ahora bajo la bota imperialista norteamericana, continúa siendo el principal escollo para la búsqueda y puesta en práctica de las medidas correctivas necesarias para comenzar a romper el nudo de nuestra crisis económica y social.

La dictatorial Junta de Control Fiscal, mediante la cual los Estados Unidos ejercen su dominio absoluto sobre nuestro país, condiciona todas nuestras necesidades a la protección de sus particulares intereses económicos, aplicando en forma desalmada sus perniciosas y oligárquicas medidas de austeridad, en detrimento de la vida misma de nuestra gente.

Vemos, en consecuencia, una agudización de la crisis en la salud, en la seguridad ciudadana, en la educación y en todos y cada uno de los servicios esenciales que demanda el país. La institucionalidad de la administración gubernamental está cuestionada, porque su funcionamiento solo privilegia el tráfico de influencias y los intereses de la élite económico-financiera. De esa manera, y por distintas vías, la violación de los derechos humanos de la población es la orden del día.

La represión, el empobrecimiento del país, el robo de los bienes patrimoniales, la rampante corrupción, la criminalidad, la crisis energética, son los signos más visibles de un modelo político y social cada vez más agresivo en sus políticas antinacionales, cada vez más eficiente en el desvío de los fondos públicos hacia el enriquecimiento ilícito de círculos privilegiados; y cada vez más “inepto” en la tarea de garantizar servicios públicos dignos al pueblo trabajador.

Por eso, urge un movimiento patriótico unido, que conjugue todas las capacidades y, con sentido de urgencia, se lance a una lucha con verdadera vocación de poder. Porque es desde ese poder distinto que podremos, no solo sostener la independencia y la plena soberanía, sino transformar a Puerto Rico en una sociedad justa y equitativa, sobre nuevos y superiores valores de justicia, respeto y humanidad.

Es aquí donde el Grito de Lares, como acción de los valerosos hombres y mujeres del Siglo XIX, nos llama a rebelarnos sobre el desorden prevaleciente y comenzar a forjar la nación libre de toda opresión e injusticia que ellos concibieron y por la cual vida y hacienda ofrendaron.

El Grito de Lares está hoy tan vigente como lo estuvo aquel glorioso miércoles 23 de septiembre de 1868. Trabajemos todos los puertorriqueños y puertorriqueñas, unidos en hermandad de esfuerzos y propósito, para hacer de la revolución lareña la hoja de ruta para el Siglo XXI. ¡Libertad, Igualdad y Fraternidad!