Marlowe o una mirada nostálgica de la década de 1930, cuando todos éramos blancos

Cine caribe

Si Quentin Tarantino hubiese dirigido esta película, tal vez la historia se habría construido de otra forma. Pero no pasó. Es una película del género de novela negra (es decir de detectives privados y no de policías estatales), que se explica a partir de un actor, a quien llevo siglos persiguiendo, y que en esta etapa de la vida, el personaje no le asentaba.

Marlowe (Dir. Neil Jordan, EE.UU., 2022) llegó recientemente a Puerto Rico, y nos cuenta la historia de una mujer, Clare Cavendish (Diane Kruger) quien contrata a Philip Marlowe (Liam Neeson), para encontrar a su amante. Literal, a su amante, quien se fue, se perdió, dejó de ser y de quererla.

Hasta aquí vamos bien. Lo que viene en el año crucial de 1939, es el momento de la transformación del cine mudo al hablado, y del proceso de acumulación del capital fílmico de Hollywood en el momento en que Roosevelt le declara la guerra a Alemania e interviene en la guerra. 

Pues bien, si todo fuera un lío de amantes, maridos y faldas, sería un tema complejo aunque trillado. Pero el filme da un vuelco, y lo que el detective privado descubre, es una red de narcotráfico proveniente de México, el cual sirvió para desarrollar la fase del cine hablado de Hollywood.  Este dato, desconozco su veracidad, pero como los mexicanos son desde Donald Trump, sinónimo de corrupción y narcotráfico, qué más da, es Hollywood.  ¡Terrible!

En fin, este filme es parte de la nueva agenda de Hollywood, lo que queda de esta capital del cine, de continuar representando a Los Angeles como un lugar de gente buena que fue mal influenciada por el pasado mexicano de sus raíces.  En esta medida, hay un diálogo con Babylon (Dir. Damien Chazelle, EE.UU., 2022), donde la representación del mal, siempre se asocia con los mexicanos. ¡Patético!.

En fin, ¿la debo recomendar?  Sólo si usted sigue la trayectoria de las actrices y actores principales, Liam Neeson, Diane Krueger y Jessica Lange (la madre de Clare).  Ahora bien, Neeson a los 71 años tiene un problema con el personaje, el cual requería de otro momento de fuerza física.

Pese a este último comentario, seguiría viendo la películas por el reparto. Si no fuera por esto, yo no la vería, pese a que la construcción del bien y el mal, lo deja a usted en el mundo de Lalaland (Dir. Damien Chazelle, EE.UU. 2016). 

A su discreción verla.