Del aire que respiro

Caribe Imaginado

No hay verdadera inteligencia si la misma se deja contaminar por el fanatismo de cualquier tipo. Saber escuchar al otro e intentar comprender su estructura de pensamiento es verdadera inteligencia, aunque lo que diga sea contrario a nuestras creencias. Yo me declaro fanática de una sola cosa en el universo: del aire que respiro. Mientras que los fanáticos no se permiten escuchar críticas de nada ni nadie en lo que creen, pierden credibilidad ante los que buscan las respuestas necesarias para crecer y ver más allá el cúmulo de oportunidades que la vida brinda.

Sumar bondades, es mejor que restarlas. Un indicio de dejar de entablar conversación al respecto es cuando para defender una cosa se ataca otra, desviación y el otro es levantar la voz, pero como decía un gran hombre puertorriqueño, don Luis A., Ferré: «La razón no grita, convence».

Aquí les dejo este interesante artículo que abunda más sobre este tema: https://www.nytimes.com/2017/10/23/opinion/engaging-fanatics.html