Ciudadanos invisibles: los jóvenes delincuentes

el Post Jurídico

No los vemos, pero están ahí invisibilizados por el mercado, el despliegue de los anuncios lumínicos, el de los ciudadanos que transitan hacia sus trabajos por lugares que sufren la deforestación, la gentrificación, y la expoliación del país mediante la compra de sus tierras.

Los jóvenes están ahí, en todos lados. Nos acompañan y nos presentan otras realidades que los adultos debemos comprender y dar paso para que florezcan, pero a veces tienen responsabilidades similares a estos como cuidar parientes o trabajar con los peores salarios que impiden su pleno desarrollo.

¿Pero, quiénes son los jóvenes de acuerdo con las leyes de Puerto Rico? Según la Carta de Derechos del Joven en Puerto Rico (Ley 167-2003) estos se componen de personas que tienen de 13 a 29 años. Lamentablemente, la criminalidad es una sombra que se tiende sobre esta población como producto de la disparidad social y del androcentrismo. Esta afecta más a los hombres que a las mujeres. Las políticas sociales, ha manifestado Larry Emil Alicea del Colegio de Profesionales de Trabajo Social, han sido creadas por la mirada adulto céntrica, así como laheteronormatividad hegemónica que inserta a los jóvenes en una performatividad basada en sus valores: el machismo y la violencia como rasgos positivos. Con los deambulantes sucede los mismo: la mayoría son hombres. En el año 2022 las cinco faltas de mayor frecuencia entre los jóvenes fueron agresión, violaciones a la Ley de Armas, a la Ley de Sustancias Controladas yLey de Tránsito y amenaza, según señala Alicea.

La pobreza en que está inmerso nuestro archipiélago debe ser uno de los elementos que más afecta nuestra población juvenil caribeña. El titular de uno de los periódicos de la Isla (28 de  junio de 2023) leía que diez jóvenes de poco más de 20 años, excepto uno, habían sido acusados de crear cheques falsos y podrían tener sentencias de ocho años de prisión. Provienen de sectores desventajados socioeconómicamente como Barrio Obrero y Villa Palmera.

Varios de los acusados por asesinatos muy notorios han sido cometidos por gente muy joven de no más de 30 años. En los juicios no se consideran los atenuantes que pueden tener debido a problemas de aprendizaje, a maltrato de los padres, la violencia en que han vivido, nisu edad ni la pobreza, considerada esta última como una violación de derechos humanos. Así ha sucedido con el caso del boxeador Verdejo, proveniente de un caserío, que logró ser admirado en el deporte, que participó en los Juegos Olímpicos de 2012 y que fue acusado cuando tenía 27 años, edad entendida por la Carta de Derechos del Joven como perteneciente a esta población.

Los jóvenes tienen su propia cultura, son los que trabajan en los restaurantes de meseros, en los Mac Donalds, los Wendys, los que no tienen plan médico ni derechos laborales aunque pongan en alto el nombre de Puerto Rico. La vida en la carencia y la violencia exponen anuestros jóvenes a reproducir la misma y el perfil de ellos revela, por lo general, que fueron maltratados en su infancia o que tienen disfunciones emocionales por el trato recibido cuando eran niños. Esto debe ser considerado por los jueces al momento de dictar sentencias. Debemos entender cuáles son los factores que reproducen la violencia y la responsabilidad del estado y de las organizaciones comunitarias de prevenir la misma. Mientras esto no se lleve a cabo seguiremos teniendo narcotraficantes, asesinos juveniles, gatilleros y una alta tasa de delitos.