(San Juan, 1:00 p.m.) En los procesos judiciales, no es lo mismo una convicción hace 10 años, que 10 años después? Esto es el argumento de Pablo Casellas hoy. Por los mismos delitos, por los mismos hechos, hoy se declaró culpable de haber asesinado a su esposa, Carmen Paredes, y por el pasar del tiempo, consiguió una convicción más adecuada a sus intereses. Se trata de un caso de feminicidio. Un asesinato en violación al Código Penal vigente en ese momento, el del 2009, y al ordenamiento en protección del hombre y la mujer por crímenes asociados a violencia doméstica, hoy violencia de genero. Lo cierto es que la convicción de hoy aparenta ser más beneficiosa para él, sobre todo cuando sus abogados ya pregonaron que lo van a sacar de presidio por vía de los procesos normales de bonificación, tiempo cumplido y cumplimiento en la libre comunidad. Dicho lo anterior, lo que me sorprende es que hay hoy a nadie le parecía importante este caso. Hay otros asuntos de mayor relevancia, pero la declaración de culpabilidad de Casellas, se pierde en los chismes de ocasión en torno al embarazo de Jennifer Gonzales y el Proyecto Dignidad. Por ende, y teniendo una excelente representación legal, la convicción de Casellas, como estrategia jurídica, fue conseguir una segunda oportunidad, 10 años luego, para volver a conversar., En el proceso, todas y todos, lo perdonaron, en particular sus hijas y la familia de Carmen Paredes, lo cual le dio la oportunidad de volver a comenzar. Ya veremos que pasa. Trata de un precedente complicado, pero interesante. Lo más relevante que todas y todos tengan la misma oportunidad que él ha tenido. Pensemos.
