Estadistas no se vistan que no van

Caribe Hoy

Desde sus inicios el proyecto principal del Partido Nuevo Progresista y de los estadistas ha sido el anexionar a Puerto Rico a los Estados Unidos. Como parte de este proyecto han asumido posturas que han llevado a Puerto Rico al estado catastrófico en que se encuentra hoy día.  El Partido Popular Democrático, también ha contribuido en la decadencia de la isla.

Los gobiernos de ambos partidos han fallado crasamente en dar mantenimiento continuo a la infraestructura del país.  Sabemos que la situación en la isla empeoró significativamente a partir del huracán María. O, mejor dicho, el huracán María le desgarra al pueblo las gríngolas que el gobierno usaba para mantenernos bajo la falsa ilusión de un progreso por venir.  Pero como todo el país sufrió carencias por muchos meses la situación se torna tan evidente e intolerable que no había forma de ocultar la verdad. Sabemos, que el gobierno se botó solicitando miles de dólares en fondos federales para reconstruir el país.

Se supone que el gobierno trabajara con mejorar el sistema de energía eléctrico.  Todos sabemos el desastre que ha sido la privatización y el contrato de LUMA. Los servicios de energía eléctrica son inestables por demás. Sin embargo, se nos factura como si fueran de primera clase. El dinero es para pagar la deuda que el propio gobierno le impuso al país, al emitir bonos sabiendo que no había capacidad para pagarlos.  Es el pueblo trabajador quien le ha tocado cargar con el pago de toda esta ineficiencia.  Por otra parte, recientemente el director ejecutivo de la Autoridad de Carreteras expresó que tomará por lo menos 45 años para arreglar las carreteras del país. Ello a pesar de los miles de dólares recibidos para esos efectos.

Debemos cuestionarnos que es lo que ha pasado con muchos de los fondos federales que recibe la isla.  Desafortunadamente se ha creado un esquema de corrupción entre el gobierno neoliberal y las empresas que lo favorecen para embolsicarse la mayor parte de los fondos y adelantar sus agendas políticas personales; y, a su vez usar la menor cantidad de fondos posibles para hacer los arreglos necesarios y críticos que se requieren. Un ejemplo constatable es el proceso actual de embrear las carreteras.  Se gastan miles de dólares y en un par de semanas el mismo hueco o situación crítica vuelve a surgir. ¿Entonces la pregunta es donde está la supervisión del gobierno? ¿Es que sus intereses personales los hace de la vista larga siempre que reciban auspicios a sus campañas y aspiraciones políticas?

El Tribunal Supremo de Estados Unidos a partir del 2017, dejó bien claro que Puerto Rico es una colonia de ellos.  También ha negado a los puertorriqueños residentes de la isla el poder recibir igual beneficio de seguro social que los que viven en el continente. Los estadistas han tronado contra esto y pregonan que nos tratan como ciudadanos de segunda categoría.  Habría que preguntarse, sin embargo, si es tan solo Estados Unidos quien trata a los puertorriqueños como colonos de segunda categoría.  La realidad es que el gobierno estadista es también responsable de las agresiones y el maltrato que se nos da como ciudadanos de esta isla. Su dejadez en poner el país a funcionar como debe, en garantizar una vida digna para los puertorriqueños, un retiro adecuado, una educación de calidad, unos servicios básicos de excelencia; son evidencia de que el propio gobierno local nos trata como ciudadanos de segunda clase.

Las posturas neoliberales de los estadistas han tenido que ver en el desmantelamiento del país y su puesta en venta al mejor postor.  No obstante, su fórmula parece les está reventado en la cara. Ya el colono está harto de que se vaya al congreso con cara de lechuga a pedir la estadidad para un país roto.  Hace pocos días el congresista republicano Jody Hice, les dijo claramente a los estadistas que Estados Unidos no está ni siquiera cerca de tener una conversación para considerar a Puerto Rico como estado.  Les increpó que es necesario que el gobierno asuma responsabilidad y corrija todos los problemas mayores que impactan negativamente residir en Puerto Rico. Les dijo que hay demasiados problemas en Puerto Rico, y que el gobierno lo único que hace cada vez que va ante el congreso es pedir más dinero y pedir la estadidad. Le llamó la atención al gobierno por jugar juegos, y les indicó que deben trabajar para lograr progreso en Puerto Rico antes de ni siquiera pedir la estadidad.

Lo expresado por ese congresista no debe tomar a ningún puertorriqueño por sorpresa ya que todos somos víctimas diarias de los atropellos del gobierno y sus políticas neoliberales.  Lo importante es que, desde la boquita de comer del colono y en puritito inglés, le han dicho a Pierluisi, a Jennifer y a los estadistas “no se vistan que no van”.