Mirar a mi país, es mirar al vacio

Creativo

A mi historia

le dieron delete,

me la robaron

dejaron en su lugar

un libro de cuentos de hadas.

Secuestraron los héroes

y los rellenaron

con el Príncipe Charming.

 

 

Hicieron de mi café

un negocio extranjero

y fundaron “The sugar company.”

Hicieron de pillos

a los macheteros

y me hicieron creer

que el 4 de julio

era el día de mi independencia,

que el cielo no puede tapar con las manos

pero si con el azul obscuro.

Mi país no se cree país,

ni se cree gente.

 

Me hicieron pensar

que sembrar

era doblar el lomo,

que comprar

era mejor que vender,

que vender

era para comprar.

 

Allanaron

con órdenes firmadas

nuestra educación,

quemaron mis libros.

Ahora no sé nada,

ni siquiera se

porque no sé.

 

Mi futuro poco importa,

solo sobrevivir al presente.

A mí me dijeron

que la última la paga el diablo,

quizás se referían

a los norte americanos.

 

Como un secreto a voces

o canciones de trovadores

me inculcaron que solo

no podríamos,

que nos mataríamos

nosotros mismos.

¿Qué leerán ellos

en el periódico?

 

Me hicieron dormir temprano

para que el Cuco

no se apareciera

y por alguna razón

en mi cabeza

el cuco se parecía

a Fidel Castro.

 

Me hicieron odias

a los alemanes

y a alegrarme porque

Rocky Balboa

noqueaba al ruso.

 

Hoy miro a mi país

y no lo reconozco

como mío.

Y eso que me crie

dibujando banderas

puertorriqueñas

y escuchando

a Fiel a la Vega.

 

Solo me alegro

de que nos libraran

de la iglesia y la monarquía,

pero no me alegro tanto…

 

pero no me alegro tanto.