Puerto Rico se ha levantado con un nuevo escándalo de fraude contra la principal institución de beneficencia social del gobierno de los EE.UU, el llamado seguro social federal. En este escándalo 75 personas fueron acusadas, siendo tres de ellas respetados médicos del país.
El fraude consistía en estructurar un proceso por el cual una persona solicitaba declararse incapacitada para continuar trabajando y recibir de por vida los beneficios del seguro social federal por incapacidad. De esta forma, y al pasar de 10 años, este grupo de personas, como otros tantos esquemas que operan en Puerto Rico, han logrado poner en alto al nombre del país: Puerto Rico es la primera jurisdicción en todo los EE.UU que reclama efectivamente por seguro social por incapacidad.
La pregunta es por qué Puerto Rico tiene la incidencia más alta de reclamaciones en torno a incapacidad en todo los EE.UU. Investigando de forma aleatoria encontramos que Puerto Rico también goza de una estadística poco discutida y difundida: la isla tiene un informe anual de sobre 50 mil casos de accidentes y muertes por lesiones en el trabajo, los cuales se reportan al Fondo del Seguro del Estado. Bajo este informe, compilado por Servicios Legales de Puerto Rico, se nota que hay una posible correlación entre pobres condiciones de trabajo en Puerto Rico, por patronos que no cumplen con la ley de seguridad en el empleo, y los empleados que son víctimas.
A esto se suma el hecho de que por varias décadas, y basado en el modelo de desarrollo económico que asumió el país, sobre todo entre el 1960 y el 1990, el componente productivo de la economía de Puerto Rico se concentró en industrias altamente contaminantes. La salud del pueblo de Puerto Rico se ha visto afectada por esta condición ambiental. Las estadísticas no son claras, y para algunos tipos de cáncer, como pulmón, Puerto Rico presenta unos números inferiores a los de la media en los EE.UU. Pero en otro tipo de casos, como cáncer de la tiroide, Puerto Rico, con menor población está a la par con la incidencia en los EE.UU. En esta medida, la salud del pueblo de Puerto Rico no garantisa un bienestar general.
Entonces, es cierto que la gente va en muletas a reclamar derechos que no le corresponden, y luego salen caminando. Pero deberíamos ser más cuidadosos, y señalar que a partir de ahí, todo el mundo que reclama un beneficio por incapacidad en Puerto Rico lo hace motivado por el fraude. Pensaría que deberíamos incluir otras variables para comprender mejor la situación en la isla.
Un país que fue fundamentalmente tierra de esclavos hasta el 1856, cuando afectó la epidemia del cólera a la población esclava, terminando con casi el 50% de esta, no puede ser un pueblo saludable. Somos, con más seguridad, un pueblo altamente enfermizo.