"Como los caracoles que se desplazan, resistentemente, por naturaleza, lentos, dejando el rastro de la baba. Observando pragmáticamente la inercia y lentitud, del mismo...comparando, metaforas cotidianas. Absorta de invertir energias en cosas que su situación, aparenta ser inerte. Caracol redentor, no me hagas ir a tu paso.
Seamos más rápidos. Aplico movimiento inato, al compás de mi caminar, más rapida al paso y en andanza, bajo de la cima de la montaña, porque aunque hay vista hermosa, aplacible, y utópica, no se puede cultivar en el pico, y no se hechan raíces en la cumbre de la cima. Los árboles no crecen alto por el viento constante, como en el bosque, como en el Bosque Enano, que limita su crecimiento por el constante viento. Yo sí quiero descender y visitar, el valle donde hay ríos y agua que fluye, la tierra es fértil y las raíces pueden profundizar,arraigándose al terreno composteado. Donde frondosamente los frutos puedan florecer. Donde se puede construir con la grandeza del crecer y la pureza del reinvento. Contruir con la madera que encuentre... Para crear y moldear la madera. Mecerme en un sillón y admirar a lo lejos, desde el valle, la cima de la montaña, ese pico distante, soleado, pero aislado. Distante de la cotidianidad. El cual está, encumbrado en las alturas, sin embargo esta aislado, emana silencio, pero, no produce vida.