Barak Obama sorprende, siempre, por su falta de liderato. La crisis de su gobierno ante el gobierno de Siria, en el mediano oriente, es parte de una lógica consistente en este presidente.
Cuando más uno espera que se comporte como un verdadero americano imperialista, es decir ejercer lo que es un sentido de liderato tradicional de su país en el mundo, éste cambia de dirección y deja a todo el mundo sin entender la movida y qué hacer. Así veo su decisión del sábado pasado de no atacar al gobierno de Siria, por el alegado uso de armas químicas, hasta que el Congreso (Senado y Cámara de Representantes) lo autoricen a hacerlo. Cuando más se pensaba que Obama actuaba como todos los del Partido Republicano, en línea dura, nos resulta que no sólo piensa como parte del Parido Demócrata, sino que también cree que la democracia debe ser validada. Todo un mar de contradicciones para ser el jefe de un país históricamente imperialista.
El Congreso de los EE.UU regresa el 9 de septiembre en el Senado, y unos días después en la Cámara. Es decir, cualquier acción de los EE.UU tardara unos días en autorizarse. En estos siete días, todo el mundo gana tiempo. El presidente Obama gana tiempo para lo que me parece ser el eje más fuerte que es el de la no agresión militar. Los indicadores reflejan que no es la opción dominante a nivel global. La señal la ofrecieron los ingleses, cuando el parlamento británico votó en contra de la intervención militar de su país en el conflicto sirio. A partir de ahí la muestra de poderío global quedó echada.
Francia ha dicho que se suma, pero este país y los EE.UU no son aliados históricos. En sí, han tenido más diferencias dentro del bloque de poder global que similitudes. Por otro lado, el “cántico” de algunos países árabes, como Arabia Saudita, a favor de la agresión no tiene peso alguno siempre y cuando la acción no la lidere los EE.UU. Si el coloso del norte no se activa, nadie lo va a hacer. Y esto incluye a Turquía, como poder regional.
Entonces que nos queda. Nos queda que en medio de una crisis, el presidente de los EE.UU pide tiempo. Demasiado respeto a la democracia para ser cierto. Hay que ver como transcurren los días. Por lo pronto, la suerte está echada hoy contra el presidente Barak Obama, por no ejercer un liderato claro y fuerte, según se espera de un país imperialista. ¡Celebremos su debilidad!