Diplomacia neutraliza armas químicas y ataque de EE.UU. contra Siria

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altDamasco- La pericia diplomática de Rusia junto a la voluntad política de las autoridades de Siria para poner bajo control internacional sus armas químicas, aleja hoy la posibilidad del ataque militar de Estados Unidos que hace una semana parecía inminente.

Este domingo, el ministro sirio de Reconciliación, Ali Haidar, manifestó su beneplácito por el consenso entre el canciller ruso Sergei Lavrov y el secretario de Estado norteamericano, John Kerry, quienes durante tres días de diálogo en Ginebra abrieron las puertas a negociaciones impensadas siete días atrás.

La propuesta, que cuenta con la anuencia de Damasco, estipula brindar información sobre la cantidad y ubicación del letal armamento, la inspección por expertos internacionales de los silos de almacenamiento y su destrucción en colaboración con instancias internacionales.

Como paso previo, las autoridades sirias ya presentaron a la ONU su petición para adherirse de manera formal al tratado internacional contra la producción, almacenamiento y empleo de armas químicas.

Nos felicitamos de este acuerdo. Por un lado, ayuda a los sirios a salir de la crisis y, por otro, permitió evitar la guerra contra Siria, al dejar sin argumentos a quienes querían desencadenarla, subrayó Haidar en entrevista con la agencia de noticias rusa Ria Novosti.

Este acuerdo fue posible gracias a la diplomacia y al gobierno ruso, es una victoria para Siria gracias a nuestros amigos rusos, resaltó.

En igual sentido, el ministro de Información, Omran al-Zoabi, confirmó la voluntad gubernamental de cumplir lo estipulado para liquidar el arsenal.

Tomamos muy seriamente este acuerdo. La propuesta rusa se transformará en algo más concreto cuando se convierta en una resolución del Consejo de Seguridad de la ONU que cumpliremos sin falta, aseveró el titular en diálogo con la cadena británica ITV.

Al-Zoabi mostró sin embargo reticencias sobre la voluntad política de Estados Unidos para fomentar la paz en esta nación levantina, al recordar que Washington mantiene respaldo logístico y financiero a los grupos mercenarios que buscan derrocar al gobierno sirio e imponer lo que denominan como cambio de régimen.

El ataque químico del 21 de agosto en la periferia de Damasco desató por parte de Estados Unidos, Reino Unido y Francia, entre otros, acusaciones contra el gobierno del presidente Bashar al-Assad sobre la presunta autoría del crimen sin presentar una sola prueba, solo suposiciones circunstanciales.

Por el contrario, evidencias señaladas por Moscú en la reunión de urgencia del Consejo de Seguridad al día siguiente del ataque y revelaciones de medios de prensa apuntan a la culpabilidad de los grupos opositores armados por el acto terrorista, perpetrado para intentar evitar su derrota a manos del Ejército sirio y justificar una intervención externa, analizaron.

El hecho fue utilizado para una rápida escalada en la cual el presidente estadounidense Barack Obama anunció bombardeos contra instalaciones militares y dependencias gubernamentales sirias.

Cuando parecía que nada detendría la maquinaria bélica de Washington, apostada en forma de destructores, submarinos y hasta un portaviones en las cercanías de Siria, Moscú presentó la propuesta de poner bajo fiscalización internacional el armamento químico sirio, acogida con gran alivio por la inmensa mayoría de la comunidad internacional.

El embajador sirio ante Naciones Unidas, Bashar al-Jaafari, subrayó recientemente que espera que con la adhesión del país a los tratados internacionales termine la campaña de manipulaciones y amenazas contra su gobierno por el supuesto uso de sustancias tóxicas.

rc/lr