En lo que resulta la mejor decisión administrativa tomada en algún tiempo, la Universidad de Puerto Rico Recinto de Rio Piedras, modificó su postura y le abrió sus puertas al destacado intelectual afro-americano, Cornell West. Luego de haberlo dirigido a un pequeño anfiteatro en la Facultad Graduada de Ciencia Sociales, y ante la insistencia de activistas afro-descendientes de Puerto Rico, académicos, y algunos sectores de la prensa alternativa, la administración de la UPR decidió cambiar de sala, y abrir el teatro de la institución con cabida de 2000 personas.
Cornell West es el intelectual norteamericano más influyente en la actualidad. Es el intelectual afro-americano más importante a nivel mundial. Hasta el 2012, era el principal asesor y mentor del presidente Barak Obama – esto hasta que West se distanció de las políticas nacionales e internacionales que el presidente estaba adoptando. Por otro lado, ha sido un profundo intelectual orgánico sabiendo integrar la práctica del pensamiento con el activismo comunitario.
Nunca se sabrá porque la universidad no proveyó una clara dirección y apoyó esta actividad. Pero la postura inicial de marginarlo a un pequeño anfiteatro secundario en el recinto, denota una mirada sobre el pensamiento no dominante y racialmente definido, como lo es el caso del Cornell West. No obstante esta situación permite visibilizar a lo que aparenta ser un proceso histórico por parte de la UPR de mantener invisibilizados y marginados a los profesores, a los estudiantes y a la cultura afro-descendiente de Puerto Rico en dicha institución. Nos reiteramos de haber sido Michel Foucault el invitado, no hubiesen titubeado en presentarlo en el teatro de la institución.
Sirva esta crisis de criterio de juicio, en particular esa que no avala la diversidad y la pluralidad, para afirmar el sentido universitario de la UPR. Como primer centro docente del país, se espera dirección en temas irresueltos como lo son las relaciones raciales en Puerto Rico.
A las 7pm de hoy jueves, el profesor West disertará sobre la cultura de la exclusión. Que sirva su presencia en el primer centro docente del país para motivar a la creación de un Instituto de Investigaciones de las Relaciones Raciales, Racismo y Xenofobia en Puerto Rico. Que sirva esta visita para superar las formas de discriminación racial que permean en la sociedad de boricua, y las cuales la Universidad de Puerto Rico debería ayudar a transformar.