Crisis fiscal en Estados Unidos responde a política republicana

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La Habana- La actual crisis en Estados Unidos, reflejada en la negativa republicana a aprobar fondos para el financiamiento del Gobierno federal y elevar el techo de la deuda pública, evidencia la política partidista de ese bando, de no legislar en temas que puedan favorecer al presidente Barack Obama.

Esa percepción fue transmitida a inicios del gobierno de Obama en 2008 por diferentes analistas cuando anticipaban que el primer gobernante negro del país enfrentaría una férrea oposición del Congreso sobre temas como la inmigración y la ley de Salud, entre otros.

Un reciente artículo de opinión del diario The New York Times analiza la negativa de los republicanos en la Cámara baja a elevar el límite de la deuda para hundir al gobierno al incumplir con las obligaciones del país.

El articulista señala que la propuesta opositora es "una violación flagrante de la Enmienda 14" de la Constitución estadounidense, la cual establece que "la validez de la deuda pública de los Estados Unidos, autorizada por la ley, "es sacrosanta y "no será puesta en duda."

Un poco de historia muestra que el Congreso aprobó la Enmienda 14 y la envió a los estados para su ratificación en junio de 1866 y ya desde entonces se habló de que el no pago de las deudas contraídas destruiría la confianza en el gobierno y pondría en peligro la economía.

A medida que el texto de la enmienda se desarrolló durante el debate en el Congreso, el principio de la inviolabilidad de la deuda se convirtió en una proposición general, aplicable no sólo a la deuda de la Guerra Civil, sino a todas las futuras deudas acumuladas de los Estados Unidos.

En 1868 los republicanos proclamaron en su plataforma que el "honor nacional exige el pago de la deuda pública en la buena fe de todos los acreedores en y fuera del país", y consideraron cualquier repudio de la deuda "un crimen nacional."

En 1935, el presidente del Tribunal Supremo, Charles Evans Hughes, retomó la enmienda y afirmó el "principio fundamental" de que el Congreso no puede "alterar o destruir" las deudas ya contraídas.

A la luz de los actuales enfrentamientos, algunos analistas consideran que la negativa republicana a elevar el techo de deuda violaría ese "principio fundamental" de la Constitución.

No obstante a que la Casa Blanca no abordó aún como hacer frente a la negativa a legislar, se abren interrogantes sobre si el presidente carece de autoridad en virtud de la enmienda para detener la crisis.

Expertos legales aseguran que el Ejecutivo, en tiempos de crisis nacional, puede invocar poderes de emergencia para proteger la Constitución, dada la situación planteada por la oposición republicana.

En caso de que republicanos de la Cámara precipiten el denominado default o impago, lo que afectará rápidamente a los mercados financieros y se producirá una emergencia, Obama puede recurrir a esos poderes, opinan analistas legales.

Mientras esta situación está planteada y se juega un ajedrez que pudiera inducir a la Cámara baja a trabajar para destituir a Obama si aplica esos poderes, los republicanos buscan nuevas fórmulas para llevar a los demócratas a una negociación que siga sus reglas.

Ahora parte del Gobierno está cerrado y el Departamento del Tesoro plantea que el techo de la deuda debe ser elevado para 17 de octubre. Por lo pronto, los republicanos no sólo tendrán que discutir a fondo si van a romper los precedentes y bloquear el aumento del techo de la deuda, sino también la posibilidad de mantener las cosas procesalmente en el Senado.

El cálculo político se vuelve mucho peor para los republicanos si el cierre de la lucha se transforma en un punto muerto sobre el techo de la deuda que llevaría al país al default.

Hasta ahora el Congreso y la administración de Obama no manifiestan disposición a fin de llegar al compromiso en la aprobación del presupuesto con vistas al nuevo año fiscal, lo que, según opinan los expertos, puede tener unas consecuencias económicas muy graves para el país, si la crisis actual persiste hasta los finales de octubre.

Al definir la situación, los expertos financieros pronuncian cada vez más el término "default" o incumplimiento de pagos, lo cual podría suceder tras el 17 de octubre: el país no tendrá con qué pagar su deuda.

Por lo pronto, Obama insiste en que no negociará para poner fin al cierre parcial del gobierno ni el tope de endeudamiento de la nación, mientras el presidente de la Cámara baja, John Boehner, dice está dispuesto a negociar asuntos de presupuesto sin condiciones.

Ante estos argumentos, aún no se sabe cual será la solución del problema.