El Festival de la Palabra: Viento de Agua

Cultura


alt

El encuentro cultural que bajo el nombre popular Festival de la Palabra organiza la corporación sin fines de lucro, Salón Literario, y el cual se presentó del 10 al 13 de octubre en las facilidades del Museo de Arte de Puerto Rico.  Más allá de los 90 escritores nacionales y sobre 40 internacionales que comparecieron al evento, hay que destacar la apuesta cultural que el evento también logró incorporar. 

Hubo cine, hubo música, hubo lecturas de poemas al aire libre. En fin, un deleite cultural, y lo más preciado: el libre acceso de la población a las facilidades del museo.

Entre los eventos que destacamos, se encuentran la puesta en escena del grupo de jazz de William Cepeda, los cuales tocaron en la noche del sábado. Este grupo, con la magistral originalidad que caracteriza a William Cepeda, permitió a los presentes sintonizarse con otro tipo de creatividades narrada a través de las notas musicales.

En la noche de cierre del evento, el domingo 13 de octubre, el grupo de plena y bomba Viento de Agua puso a la audiencia a gozar con lo mejor de su repertorio.  Sobre 10 temas se tocaron en dicha función, lo cual logró impactar a sobremanera a la audiencia reunida en el jardín del Museo de Arte.

Viento de Agua, una orquesta de bomba y plena fundada en el año 1997 en la ciudad de Nueva York, es el producto de las mentes creativas de Tito Matos (percusión y voz), Ricardo Pons (flauta y arreglista) y Roberto Toro (saxofón y arreglista).  Entre estos tres músicos, casi 15 años después, han logrado inspirar a media población en el arte de la música afro-boricua.  Sobre todo que elevaron el ritmo, incrementaron la rapidez de la métrica y sobre todo que mantuvieron un apego positivo a las tradiciones originales.

Entre los temas que hay que destacar interpretados en el cierre del Festival dela Palabra, se encuentran Cucú en versión fusión y Oye Carmiña.  El primero puso a bailar a todos los presentes allí, pero más que nada por su rapidez y creatividad en la lírica. De otro lado Oye Carmiña, una interesante historia de un adulto y una menor, siendo el adulto ético en su comportamiento, recoge otro ritmo mucho más sandunguero en la interpretación de la bomba.

En fin, que hay que prestarle atención a Viento de Agua. Es una banda que va redefiniendo los ritmos nacionales de nuestros antepasados afro-boricuas. ¡Aché para ellos y el Festival de la Palabra!