Latinoamérica y el Caribe defienden desarme nuclear en ONU

Política

Naciones Unidas- La búsqueda de un mundo pacífico y seguro pasa por la eliminación de las armas nucleares y otros medios de exterminio en masa, afirmó ayer en Naciones Unidas la Comunidad de Estados Latinoamericanos y Caribeños (Celac).

En la Primera Comisión de la Asamblea General de la ONU, el bloque de 33 países fijó postura sobre el tema del desarme a través de Cuba, país que ejerce este año la presidencia pro témpore del ente regional fundado en diciembre de 2011.

Al intervenir en los debates del grupo de trabajo que se ocupa en la Asamblea de temas de desarme y seguridad internacional, el representante permanente cubano ante Naciones Unidas, Rodolfo Reyes, señaló que la Celac expone su posición con el orgullo de ser una zona del planeta libre de armas de destrucción masiva.

La Comunidad expresó en el foro su preocupación por la existencia de armas nucleares y su posible uso o amenaza de uso, así como llamó a la plena aplicación de los principios del desarme, la no proliferación y el derecho al empleo pacífico de la energía nuclear.

"La única garantía contra el empleo o la amenaza del uso de las armas nucleares es su total eliminación", advirtió el embajador cubano.

En su discurso a nombre de la Celac, Reyes consideró el uso de artefactos nucleares o la amenaza del mismo un crimen contra la humanidad y una violación del derecho internacional y de la Carta de las Naciones Unidas.

Datos estimados cifran en unas 23 mil las armas nucleares, casi la mitad de ellas listas para su utilización.

Al respecto, el bloque latinoamericano y caribeño convocó a la creación en el mundo de nuevas zonas libres de armas nucleares y a la reducción por los estados poseedores de sus arsenales "de manera irreversible, transparente, y verificable, con miras a su eliminación total".

También rechazó el perfeccionamiento de los artefactos existentes y el concepto de disuasión nuclear, y pidió descartar el rol de las armas nucleares en las doctrinas estratégicas y las políticas de seguridad de las naciones.

Además, apoyó la iniciativa de declarar un Día Internacional para erradicar las armas nucleares y la celebración de una Conferencia Internacional de Alto Nivel que identifique las vías y métodos para lograr en el más corto plazo posible un planeta sin esos medios.

A través del embajador cubano en la ONU, la Celac aprovechó el debate en la Primera Comisión de la Asamblea para subrayar la "necesidad urgente de impedir, combatir y erradicar la fabricación y el tráfico ilícito de armas de fuego", por su impacto en el narcotráfico y la delincuencia organizada.

En ese sentido, saludó la adopción de mecanismos internacionales para el control de las armas.

Respecto a las sustancias químicas, la Comunidad manifestó un enérgico rechazo por su uso, independientemente de donde se produzca y de quién las emplee.

Sobre la situación particular de Siria, celebró la adhesión de Damasco a la Convención de Armas Químicas, y expuso sus esperanzas de que la destrucción de esos medios en el país árabe contribuya a acelerar una salida pacífica al conflicto interno