En días reciente leí un valioso trabajo periodístico realizado por otro medio de prensa, el cual aduce, entre otras cosas, que el país se está vaciando de población, debido a que la gente se ha ido. Bajo el título de “País en fuga”, se desarrolló un valioso trabajo de investigación que explica, entre otras cosas, que 4.9 millones de puertorriqueños viven en el extranjero, de forma mayoritaria aunque no exclusiva en los EE.UU, mientras 3.5 millones de personas aún viven en la isla.
La pregunta política es: ¿Quién define que es ser puertorriqueño? Es curioso pues el trabajo investigativo aduce que ser puertorriqueño es todo el mundo que reclame serlo, y que lo asuma desde una originalidad ancestral (padre o madre boricua). No obstante, lo más importante es que esa persona se defina como puertorriqueño. Tal vez, aquí está el asunto central: si usted, luego de varias generaciones de vivir en el extranjero, digamos estando usted en la tercera generación, se define como puertorriqueño, ¿es usted realmente hablando puertorriqueño? Aunque parece una tontería y un acto impertinente de mi parte, se trata de una pregunta fundamental.
Si todos los que reclaman ser puertorriqueños que viven en la diáspora lo son, entonces no es menos válido decir, que luego de cinco, seis, ocho generaciones, todos los boricuas de origen español, y predominamente blancos, viviendo en Puerto Rico, son españoles. Es decir, no existiría el concepto de ser puertorriqueño, como tampoco el concepto de ser de los EE.UU. No existiría, desde la lógica de la población nacional de país alguno, el concepto de nación.
El concepto de quien es el sujeto nacional, es siempre una categoría de inclusión y exclusión a partir del estado. Si el censo de los EE.UU pide grupo étnico, y en “otros”, usted pone ser puertorriqueño, pues usted desde los social ha creado una categoría de inclusión. Pero realmente hablando, el estado no la tenía de forma significativa. Usted, luego de haber nacido en un lugar fuera de su tierra nacional, asume una identidad, la que fuera, pero como definir que usted es de otro sitio.
Es curioso, pero el tema de qué hacer con los boricuas de los EE.UU es un asunto que ningún gobierno en Puerto Rico ha querido definir. Los que se fueron, primera generación, siguen siendo puertorriqueños. ¿Y las próximas generaciones, qué son? Me parece que es un error metodológico de investigación decir que son puertorriqueños. Esto alteraría toda población migrante en el mundo entero. Lo que hay que forzar es una definición de estado, y luego preguntarnos qué hacer a partir de dicha definición.