¡No a los espionajes cibernéticos!

Justicia Social

altDesde que Edward Snowden decidió ser un buen ciudadano y contribuir a una mejoría en las relaciones humanas inter-planetarias, lo hemos declarado héroe de la humanidad, y en otros contextos compañero de luchas.  Pero realmente, se trata de un desertor que se desafilió de sus obligaciones como contratista de la Agencia Centra de Inteligencia (CIA). 

En este sentido, sea por las razones que sean, Snowden simplemente es una persona dentro de un gran entramado de redes sociales, corporativas y humanas, que participan de actividades que hoy nos hemos dado cuenta son contrarias a nuestros mejores intereses.

A nivel global, Snowden permitió abrir un capítulo de críticas contra el gobierno de los EE.UU, sin precedentes.  Desde los gobiernos del Caribe, hasta la Unión Europea, han criticado a los EE.UU por simplemente habar expiado a todo el mundo, a todos los gobiernos, y sobre todo a todos y todas los presidentes.

En este contexto, el gobierno de Alemania y de Brasil, molestos con la intervención indebida que realizó el gobierno de los EE.UU sobre los celulares presidenciales de la primera ministro alemán Ángela Merkel, y de la presidenta de Brasil, Dilma Dulseff,  han elevado una petición de regulación de la práctica ante la Organización de las Naciones Unidas.  La petición, titulada “Por el derecho a la privacidad en la era digital”, intenta regular todo tipo de espionaje por parte de un estado foráneo en la privacidad de ciudadanos y estados extranjeros.

Es una interesante postura, no obstante no puede quedarse limitada a los estados. La era digital ha permitido el desarrollo de aplicaciones para los llamados celulares inteligentes, que permiten “espionaje callejero” entre particulares.  Se trata de la socialización de tecnología que otrora fuera de corte militar, y ahora está a la mano de toda persona.  Esto también debería ser regulado, antes de que entre particulares terminemos realizando las mismas actividades no deseadas que hoy realizan algunos estados.

En fin, que estamos en una era, donde todos y todas nos podemos espiar, a partir de los estados o de su vecino.  Luchemos por devolvernos alguna libertad, aunque sea sin celulares no tan inteligentes.