Del pavo a la compra compulsiva del viernes del madrugador

Cultura

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Es interesante pero Walmart, la mega tienda de los EE.UU más grande del mundo, tiene una política corporativa la cual impide dar las estadísticas de ventas locales.  En otras palabras, su gerente general en Puerto Rico solo está autorizado a decir, que el llamado “viernes del madrugador”, actividad de consumo desmedido que se celebra anualmente luego del jueves de acción de gracias,  ha sido todo un éxito.  Más allá de dicho comentario, dicho gerente general no puede decir mucho más.

En otras palabras, la cultura del consumo a la cual nos han dirigido no permite cualificar el éxito o no de estas ventas.  Solo permite promover que las mismas siempre son exitosas, que la gente se desbordó con entusiasmo toda la noche pre la apertura de las tiendas a esperar pacientemente y más que nada, que la gente consiguió (por 10 año consecutivo) los televisores plasma de 32 pulgadas.  Todos y todas salieron de las tiendas llenos de felicidad.

Es terrible pues leyendo a la prensa dominante del país, viendo los visuales por la televisión de los eventos de la noche, y sobre todo escuchando la euforia informativa de la radio, nos parece que el guion informativo es uno que no ha cambiado nada.  Para bien o para mal, se trata de la repetición de una forma cultural de comportamiento que es necesaria: tiene que comprar, no importa que.  Todos los años, en la pasada década, se reportan los mismos incidentes y las mismas compras.

Ahora bien, lo que no dice la prensa dominante, ni el gerente de Walmart, es el hecho de que las ventas no han subido de valor.  Que las famosas ventas del madrugador, so son más que un carnaval de consumo que ya no es suficiente para alcanzar las ventas programadas en un solo día, y las megatiendas se ven en la obligación de mantener dichos especiales de híper-consumo a lo largo de toda la semana.

De igual forma, esta semana marca a su vez un asunto importante: ha hecho desaparecer la festividad del jueves de acción de gracias.  Aunque hemos comido pavo, toda la semana ha transcurrido en torno a si los televisores plasma de 32 pulgadas son los mejores o no.  En otras palabras, para Puerto Rico, un territorio-colonial de los EE.UU en un siglo hemos visto dos fiestas culturales impuestas desde Washington, transformar nuestro entendido en torno a esta época del año.  No se trata ya de pasarlo en familia el último jueves de noviembre, en el llamado día de acción de gracias, el cual conmemora una gesta de generosidad de los primeros pobladores de los EE.UU, los llamados peregrinos.  Ahora tenemos que dicho día es la antesala para el llamado viernes del madrugador, o el incorrectamente llamado viernes negro, ambos nombres para destacar la imposición del consumo desmedido.

Culturalmente somos víctimas de los sistemas mediáticos y promotores de la cultura que normalizan que hoy sea un día de ir de compras y que ayer el pavo es una pequeña fiesta ya incidental.

Usted haga lo que haga, no pierda su salud mental.  Consuma lo necesario, y no pierda tiempo empujando a otra persona con tal de entrar a la tienda antes que nadie.  Sea budista.  Haga yoga.  Cántele a Changó. Pero genuinamente,  no invierta su tiempo en consumir. Como en los días de las ventas desenfrenadas de los pavos, como hoy en la venta sin control de los televisores plasma, en todas estas instancias el efecto es el mismo: fuga de capital a beneficio de unas empresas foráneas.