Matanzas, Cuba- Un espectáculo de danzas y bailes españoles y un bailable popular, concluyo ayer la Fiesta de La Colla, festividad de origen catalán que durante cuatro días ocupó espacios en esta occidental ciudad cubana.
Actuaron la Agrupación Artística Gallega, Trencito de la alegría, Asociación Asturiana, Olé-Olé, Alma Flamenca y Aires de España, todas bajo la dirección artística de René Quiroz.
"Las cuatro jornadas han sido exitosas, en particular el concierto de la compañía Ecos, de La Habana, y las descargas efectuadas en el parque La Libertad", comentó Quiroz a Prensa Latina.
Precisamente desde esa plazoleta en el centro de la urbe, distante 100 kilómetros al este de la capital de la isla, comenzó el programa dominical con la presentación de la banda de concierto de Matanzas, que interpretó obras de la nación ibérica.
Tras el brindis de la confraternidad, efectuado en la biblioteca Gener y del Monte, partió desde la citada plazoleta la Comparsa de la Colla la cual portaba una pieza a gran escala de la Moreneta (Virgen de Montserrat).
El punto final fue la Ermita de Montserrat, ubicada en una de las colinas de la Villa, desde donde puede apreciarse una bella vista de la espaciosa bahía matancera y del valle del río Yumurí.
El profesor e investigador Ernesto Chávez recordó que en 1872 quedó constituida aquí la Sociedad de Cataluña y las Baleares que años después, con el aporte de la población, construyó ese santuario.
"La festividad de la Colla tenía los dos componentes típicos y básicos de un festejo hispano: lo religioso y lo profano", explicó el experto.
Chávez dijo que a principios del siglo XIX comenzó la decadencia de la citada Sociedad hasta cesar esos festejos, revividos en la década a los años 1980 a partir de la confección del Atlas cubano de la Cultura.
Un concierto de la orquesta Sinfónica local, la presentación de Juglariando por el grupo infantil Reparadores de sueños, tarde campesina con el tema: Hispanidad en la Décima y mini ferias de libros, entre otros, completaron la programación.
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