¿Ante la crisis económica, quién nos debe rescatar?

Justicia Social

El país atraviesa por un momento muy difícil. La falta de liquidez en el gobierno, comienza a irradiar sobre otros actores sociales, como la banca privada, organizaciones sin fines de lucro, en fin, sobre el bolsillo del hombre y la mujer de a pie. El gobierno de Puerto Rico, territorio colonial administrado por el Congreso de los EE.UU, y con un alto nivel de autonomía política desde la constitución del 1952, se encuentra sólo en este difícil momento de la coyuntura política. Es decir, lejos de lo que se hubiese esperado, el gobierno metropolitano de Washington, no ha salido al rescate de la isla. Simplemente dijo que no habría de hacer nada, y observaría. ¿Observar qué? Realmente no sabemos, pero observar la situación y punto.

La ausencia de Washington en la presente coyuntura de Puerto Rico, es un dato interesante. Lejos de haber tenido una respuesta de “patrono”, realmente lo que tenemos es el silencio del que calla y otorga. Según la Constitución de los EE.UU, Artículo IV, sección III, el territorio propiedad de los EE.UU, será administrado por el Congreso. Este es nuestro caso, pero ante la presente situación económica donde Puerto Rico en un plazo de siete días, ha sido degradado su crédito a nivel chatarra en tres ocasiones por tres casas acreditadoras distintas, alguien del Congreso debió haber dicho algo. -Pues no-. Todo es silencio, ni una pequeña comisión ha venido a investigarnos por parte del Congreso, ni la Comisión de Asuntos del Interior, donde está adscrito el caso de Puerto Rico, se ha sumado al diálogo en torno a nosotros. Total soledad. Ayer, no obstante, dos senadores demócratas de los EE.UU, Ron Wyden y Martin Heinrich, propusieron como medida legislativa, un referéndum que pregunte “estadidad sí o no”.

En otras palabras, en medio de una crisis económica sin paralelo en la historia del país, en un momento donde lo que está en juego es el futuro del gobierno de Puerto Rico como entidad viable que nos pueda administrar; en este momento la única respuesta de Washington, por vía de los dos senadoras antes mencionados, es integrarnos de forma total como estados.

En fin, Washington sigue ausente. Pues muy bien. Como hemos indicado anteriormente, se trata de una gran oportunidad que como pueblo debemos explorar. Que nadie se sienta intimidado o con miedo, por su silencio. Aquí nadie tiene miedo.