Boicot: no a la venta de El Yunque

Economia Solidaria

En el día de ayer, el Senado de Puerto Rico aprobó por un estrecho margen, con los senadores del Partido Popular Democrático Ángel Rosa, Ramón Luis Nieves y Antonio Fas Alzamora votando en contra a la línea de su partido, la autorización al gobernador de Puerto Rico, Alejandro García Padilla, para ir en busca de una nueva deuda pública. Es decir, se le autorizó al Banco Gubernamental de Fomento, el banco del Gobierno de Puerto Rico, salir al mercado para solicitar la emisión de bonos por valor de $3,500 millones de dólares.

En palabras del presidente del Senado del partido oficialista, Eduardo Bathia, “había que hacerlo o no pagarle a los deudores y enfrentarnos a lo desconocido”. Reinterpretando una frase del mundo romano que da fe a la inseguridad que expresa el Presidente del Senado, Nietzsche se apropió de las palabras “nitimur in vetitum” para indicarnos que nos lanzamos a lo desconocido. El miedo o aprehensión del Presidente del Senado al contemplar no pagar la deuda existente con los bonistas y renegociar la misma no nos puede llevar a endeudarnos aún más con tal de satisfacer las obligaciones para el corriente año 2015. En otras palabras, no podemos seguir buscando préstamos para pagar la deuda de los préstamos tomados en los pasados 40 años, los cuales no podemos pagar con los ingresos que genera el Gobierno de Puerto Rico en la actualidad.

Ahí radica el valor del voto en contra de los senadores de mayoría Rosa, Nieves y Alzamora. En otras palabras, ellos se han cuidado de que la historia no los juzgue por haber continuado una práctica que resuelve en lo inmediato, pero no nos da garantía que el futuro habrá de cambiar y tendremos la capacidad de liquidar una deuda total que luego del préstamo de hoy rondará los $75 mil millones de dólares.

La Constitución del Estado Libre Asociado de Puerto Rico establece que la deuda pública se paga antes que las obligaciones en la administración del Gobierno. Por otro lado, la propia Constitución establece que la deuda pública no puede exceder el 15 por ciento del presupuesto nacional para un año natural. Al asumir esta nueva postura el Senado de Puerto Rico, y de ser aprobado por la Cámara de Representantes el próximo lunes, la deuda pública de Puerto Rico se llevaría al límite. Es decir, nos habremos quedado sin capacidad de pedir más prestado y esto es realmente lo desconocido.

Así que, y de forma cínica en la conversación, lo único que nos queda, dado que el gobernador García Padilla ha reiterado que no habrá de despedir empleados públicos, es iniciar un doloroso proceso de venta de los activos públicos y el bien común que nos pertenece. En este renglón, nuestro principal activo, el de mayor riqueza natural, lo es El Yunque. El mismo queda enclavado en el territorio nacional, aunque administrado por el gobierno de los EE. UU. No dude usted, que el Gobierno actual o el próximo, ante la imposibilidad de pagar la deuda como lo afirma la tendencia en los pasados 15 años, se exponga a la disyuntiva de reclamar el Bosque Nacional del Yunque y entonces ponerlo a la venta.

Me reitero, no al préstamo. Boicoteemos dicha iniciativa. Evitemos así poner en riesgo el futuro de nuestras generaciones y, sobre todo, de El Yunque.

Crédito foto: ggallice, www.flickr.com, bajo licencia de Creative Commons (http://creativecommons.org/licenses/by/2.0/deed.es)