¿Somos un país de pedófilos?

Cultura

http://despierten.files.wordpress.com/2013/01/pedofilia-1.jpgCada semana vemos que de una a dos personas son arrestadas por las fuerzas de seguridad del gobierno de los EE.UU. en Puerto Rico, bajo la alegación que participan en esquemas de trata infantil. A esta trata se le conoce -popularmente- como pedofilia. En uno u otro caso, estábamos hablando de adultos que de una forma u otra establecen intercambios con alto o explícito contenido sexual con menores de 18 años. En algpnos casos se trata de fotografías de menores sin vestimenta; en otros casos se trata almacenar en dispositivos digitales dichas fotografías tomadas de forma privada; y en otros casos se trata de la compra o venta de fotografías de menores, por internet. Sea lo que sea, lo que me asombra es lo común de la práctica en Puerto Rico, donde algunos adultos, como los arrestados, perciben que se trata de algo normal establecer cualquier tipo de relación íntima con menores de edad.

Con curiosidad me pregunto: ¿es normal que a los adultos les interese sostener relaciones íntimas con los menores de edad? Pensaría que no debe ser normal. Ahora bien, por el alto volumen de casos, por su repetición continua, algo me hace pensar que se trata de prácticas y entendidos culturales, que tienen un alto grado de aceptación socialmente hablando. A pesar de tratarse de comportamientos culturales diferenciados a la voluntad del estado, todo indica que un por ciento de la población los ve como normales.

Que conste, que esto incluye al enfermo de salud mental, que le paga a su vecina por tomarse fotos desnudas y luego las vende. Pero también incluye a gente que simplemente desea salir con una joven cuya edad no es de adultez. La pregunta es ¿qué hacemos con el comportamiento cultural?

Algo me hace pensar que la gente no está en sintonía con la legislación existente del gobierno. Que nadie nos educa como pueblo a entender el valor social y humano, de proteger a los menores de edad de sostener relaciones íntimas con adultos. En esta medida, para modificar un comportamiento cultural, es importante educar a la población. No se puede esperar lo contrario: sin educación no hay transformación de los comportamientos culturales.