Hay algo mágico en el presente conflicto que se vive en Venezuela. Lo mágico lo han determinado las tendencias mediáticas, los buscadores de información, entiéndase las grandes empresas de informática como Google, Yahoo, Bing, entre otras, han determinado cual es la tendencia a reproducir como dominante en las llamadas redes sociales. En esta medida se trata de decir que en Venezuela la oposición es la parte buena del conflicto, mientras que el gobierno y los sectores que lo apoyan son la parte mala. Todo lo que se relacione a favor del conflicto, en simpatía con el Hugo Chávez, la revolución bolivariana y el actual gobierno de Nicolás Maduro, es parte del mal.
No es un detalle sin sentido, que el nuevo disco de la agrupación musical más contestaría en América Latina en la actualidad, el grupo boricua Calle 13, se llama MultiViral. Para los que entienden el debate, pueden ver la intención de este grupo. Para los que no lo entienden, pues tienen que pensar como la información en la era de la informática transita. A la luz del filósofo francés, ya fenecido, Jean Baudrillard, lo real desaparece. Lo que existe es una verdad que se construye a partir de la “verdad” que se repite una y otra vez en las redes sociales. Ahí el detalle de Calle 13. Lo que se hace multiviral, para jugar con el título de su nuevo disco, se torna en la verdad.
Ya llega un punto, como bien compartió Calle 13 en su concierto frente a la Universidad de Puerto Rico, que uno no le puede creer a nadie, sobre todo a la prensa, pues nadie habla a partir del hecho fáctico, sino del hecho repetido en las redes sociales. Se trata de los nuevos historiadores e historiadoras simultáneas, que operan repitiendo muchas veces una verdad, la cual se constituye en la verdad.
Por tanto, para entender el éxito de Calle 13, hay que entender como ellos, al igual que Hugo Chávez, Barack Obama o el mismísimo comandante Marco, entendieron el rol de las redes sociales en la construcción de la verdad. Esta es la verdad con la cual vivimos hoy. Una que se construye a partir de la repetición en las redes sociales, y se hace cierta.
Por ende, mucho cuidado. En Venezuela los buenos y los malos deben ser vistos como categorías de exclusión de forma simple. Cada vez que se nombra Calle 13, y se le vincula al gobierno de Hugo Chávez y Nicolás Maduro, lo que se está haciendo es repetir una verdad negativa, en aras de destruir y demonizar a la agrupación musical más contestaría del momento. ¡Viva Calle 13!