La Otredad

Caribe Imaginado

altExtrañando el viento que se llevó las palabras, comencé a caminar a ver si las alcanzaba. Para inmortalizar el atardecer en el horizonte sereno. Sendero luminoso de esperanzas, pisando las hojas al caminar, escuchando el suave sonido, el cual arrulla ideas de reinvención.

Recordando la estela y aquella enseñanza aprendida y desaprendida, como la prenda ensortijada de brillantes en desuso, para saber que no somos los mismos. Como el agua salada salpicada en los ojos, para mostrarte la diferencia de lo dulce.

La otredad invisible, da una señal benevolente al hacer sonar las campanitas colgadas del árbol, observadas por un pájaro gris de patas anaranjadas. Admirando el parto sin dolor de una mujer soltera humilde, que ha nombrado a su hija primogénita sin padre palpable: "Victoria".

Debate mudo, patinando en gelatina. Escogiendo los caminos sabios para crear y no pelear, soltando soga y escogiendo crear valor andando sobre la alfombra de nácar. Jeringuilla inyectada con pureza y esperanza para matar el virus de la inopia. Pero cariño, no hay tiempo …es limitado terrenalmente...sonríe.

Actores, mimos y acróbatas jugando con el equilibrio hiperconectados. Entonces detente, mira y prosigue, mirándote por dentro. No necesitas prozac, sólo bañarte en el mar en terapia azul natural y que el agua te salpique en los ojos apreciando que estás dulcemente vivo. Continúa nadando ya que la otredad seguramente si prosigues, traerá gratas sorpresas tangibles para la vida.