En un segundo acto insólito, el Tribunal Supremo de los EE.UU. decidió ayer el caso de los Súper PAC (Comités de Acción Política, en español), declarando que toda limitación a la capacidad de los individuos de donar dinero de forma restringida a sus candidatos políticos constituye una violación a la primera enmienda de la Constitución de dicho país. Se trata de la eliminación de los límites de donativos, que en cierta medida establecía una lógica de igualdad en la participación de todos los candidatos a puestos electivos.
En el caso de McCutcheon v. Federal Election Commission, la corte suprema de los EE.UU., en una decisión dividida de cinco votos a favor (todos republicanos) y cuatro en contra (todos demócratas) se decidió que la prohibición absoluta de máximos en donativos era inconstitucional. El efecto es que la donación máxima en un cheque no puede exceder la cantidad de $2600.00 USD por cheque o donativo. No obstante, el donante puede dar de forma ilimitada la cantidad que desee para su candidato o partido de preferencia.
Para los que estima una democracia donde los donantes estén regulados y reglamentados, esta decisión es incorrecta y nefasta. Para los que creen en el libre mercado y que todo tiene valor de cambio, esta decisión es correcta. No obstante, la decisión tomada ayer por el Tribunal Supremo de los EE.UU., es consistente con otra resuelta en el 2010, el llamado caso del Súper PAC, en la cual se había eliminado el límite que las corporaciones y sindicatos podían donar los candidatos y partidos políticos.
En fin, que la democracia electoral de los EE.UU. promueve la desigualdad en la participación por vía de los donativos. Si los candidatos y partidos políticos tienen valor económico, entonces lo que hay que esperar es que la competitividad se dé por vía del consumo que los grandes intereses inviertan. En otras palabras, para el pueblo trabajador, las comunidades u organizaciones de base social, la competencia será muy difícil.