Se abre el diálogo en Venezuela, la oposición se dividió

Justicia Social

En lo que constituye un acto de gracia de la gestión del testigo amigable de las delegaciones de ocho cancilleres de relaciones exteriores de los países de UNASUR (Unión de Naciones de Sudamérica), la oposición y el gobierno democráticamente electo de Venezuela aceptaron iniciar un diálogo de reconciliación nacional. El mismo iniciará la semana entrante, bajo la injerencia de tres países miembros de UNASUR y un delegado del Vaticano. Se trata de la gestión del testigo de excepción, o amigable componedor, que fue aceptado desde hace unos días por el gobierno, pero que no fue hasta ayer que lo aceptó una parte de la llamada Mesa de Unidad Democrática (MUD). Los tres miembros de UNASUR que facilitaran el diálogo son los representantes de los gobiernos de Brasil, Colombia y Ecuador.

Lejos de ver esto como una derrota o victoria, hay que verlo como una oportunidad para el renacer de una Venezuela, que se puede fortalecer desde la mirada de sus instituciones democráticas, y donde no puede haber espacio para golpes de estado ni para campañas de desestabilización social y política. Ante esto, triunfa, si acaso, el rol de organizaciones de estados en América Latina, que ya no son controladas por el gobierno de los EE.UU., y que gozan total independencia de este. Desde esta perspectiva, se trata de una gestión de éxito para UNASUR, y una oportunidad para todos y todas en Venezuela.

Desde la perspectiva de la oposición, y aquellos que participan en el MUD, se da una fracción y división ante esta gestión. Ciertos componentes, incluyendo a Henrique Capriles, deciden participar en esta gestión, por entre otras razones venir argumentando desde hace unos días que las barricadas simplemente sirvieron para fortalecer al gobierno. Desde la mirada de los que apoyan al hoy encarcelado líder Leopoldo López, se trata de un gesto equivocado pues para ellos el gobierno está en una fase moribunda.

Habrá que esperar hasta el miércoles o jueves de la semana entrante para ver cómo se inicia el diálogo.

También, habrá que ver si las barricadas, cada vez más reducidas y limitadas, pierden fortaleza. Habrá que ver.