El pasado miércoles, 9 de abril, falleció en La Habana, Cuba, el intelectual jamaicano Norman Girvan, luego de haber sufrido una caída que le paralizó su cuerpo, estado en el que vivió durante los pasados meses.
Girvan fue un notable académico caribeño, y escritor de abundante obra, cuyas aportaciones en el campo de la economía, la sociedad y la vida política de nuestras sociedades caribeñas son extraordinarias. Fue Director del prestigioso Sir Arthur Lewis Institute of Social and Economic Studies de la University of the West Indies y Profesor Emérito de esa institución.
Tuvo una trascendental participación en el campo de las relaciones internacionales del Caribe. Fue Secretario General de la Asociación de Estados del Caribe. Desde hace poco más o menos un lustro, fue miembro del Comité de Naciones Unidas para la Política del Desarrollo; y fue además representante del secretario general de esa organización para trabajar en torno de la disputa fronteriza entre Guyana y Venezuela. Además fue un crítico de la repudiable decisión del Tribunal Constitucional de República Dominicana que despojó a ciudadanos dominicanos de ascendencia haitiana de su ciudadanía.
Siempre aprecié su interés por estrechar vínculos entre los intelectuales y los pueblos de las diferentes áreas lingüísticas del Caribe, tema que trabajó en sus escritos. Su trabajo intelectual estuvo siempre orientado a la construcción de sociedades caribeñas igualitarias y justas.
Siempre tendrá un lugar en nuestra memoria.