Reseña de García Márquez, Gabriel. Memoria de mis putas tristes. New York: Vintage Books, 2004.

Crítica literaria
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La novela Memoria de mis putas tristes (en adelante “Memoria”) trata sobre la relación amorosa que sostiene el Anciano, un hombre de 90 años, periodista en un diario, y Delgadina, una joven virgen de 14 años que trabaja en una casa de prostitución.  El lugar donde se desarrolla la trama es en Barranquilla, Colombia, durante los años 1940. Lo que es más especial y único, por no decir mágico es el romance que viven estas dos personas, en el mundo de sus sueños e imaginación, ya que durante sus encuentros amorosos ella está dormida y él solo la contempla con gran erotismo, pero sin tener acceso carnal. La novela comienza cuando Anciano por motivo de su cumpleaños 90 se regala una noche de amor con una adolescente virgen y la persona que le ayudaría a cumplir su meta fue Rosa Cabarcas, la madama de una casa de prostitución, que recogía a las muchachas en el mercado para poder continuar con su negocio. Anciano había vivido una vida banal y mezquina en el amor, siempre tuvo que pagarles a las mujeres para que tuvieran sexo con él.

Tuvo un total de 514 mujeres que habían estado con él durante los primeros cincuenta años de vida, luego olvido el número.  En una ocasión tuvo sexo a la fuerza con Damiana, su empleada, y ella se sintió lastimada por él. Además cuando fue joven estuvo comprometido para casarse con una bella joven de sociedad, pero al final decidió vivir una vida de solterón y pagarle a mujeres por sexo.  Su relación con Delgadina, la niña de 14 años, comenzó en el prostíbulo, estando ella desnuda en la cama y drogada ya que Rosa Cabarcas le dio un bebedizo, él se acostó al lado de ella pero no pasó nada. Desde ahí empezaron los rumores en el prostíbulo sobre una supuesta relación de noviazgo entre ambos. Tanto lo murmuraban hasta que se convirtió en realidad con planes de matrimonio que nunca ocurrieron, porque ella se fue para el extranjero y lo dejó.  Luego de un período de meses, que en la novela parecen muy largos y difíciles para Anciano, él volvió con Delgadina y estuvo con ella. Durante este período le regaló muchas cosas para decorar su habitación y sus trabajos en el periódico pasaron a ser muy románticos. Cuando Delgadina cumplió los 15 años él le dio una bicicleta, cumplía el 5 de diciembre y fue la última vez que la vio en Navidad. Anciano le empezó a leer diversidad de cuentos durante el sueño, él pensaba que se comunicaba con ella en sus sueños.  Hay un elemento de la teoría del psicoanálisis en esta novela visto en la sexualidad entre Anciano y Delgadina, este asume un rol paternal y erótico sexual con ella. Más interesante es como su relación se da en el mundo de los sueños y del inconsciente.

El movimiento literario al que pertenece Gabriel García Márquez (en adelante “Gabo”) es el realismo mágico, muy resumidamente este movimiento fue una reacción al surrealismo que validó la existencia de lo fantasioso e irreal dentro de un contexto geográfico, político, social e histórico determinado. Memoria en mi opinión es realismo mágico por ser una novela autobiográfica, donde aparecen eventos totalmente fantasiosos, pero como son en Barranquilla durante los años 1940 de alguna forma son creíbles, por ejemplo que un hombre de 90 años tenga este tipo de relación con una joven de catorce años. Más impresionante para mí fue como en la misma trama hubo momentos en que los personajes se encontraron en sus sueños. Esto, aunque fantasioso, pudiese ser real, pienso que si una persona ama tanto a otra y está durmiendo varias noches junto a ella y la observa detenidamente durante todo su sueño, ve sus movimientos y lenguaje corporal durante el sueño inconsciente, en otra ocasión pudiera creerse realmente que se comunica y vive con ella en los sueños y viceversa. Yo, como lector, lo creo como una realidad literaria, aunque sé que no es posible. Memoria por ser una novela de amor cuyos personajes principales se aman durante sus sueños inconscientes y se desarrolla en un contexto del Caribe colombiano de los años 1940 es en mi opinión realismo mágico.

En Memoria hay una referencia directa a la novela de Yasunari Kawabata, La casa de las bellas dormidas, que se encuentra en la primera página de la novela y que obliga al lector interesado a investigar sobre este autor japonés, la cita lee: “No debía hacer nada de mal gusto, advirtió al anciano Eguchi la mujer de la posada. No debía poner el dedo en la boca de la mujer dormida ni intentar nada parecido”. Es interesante comparar esta obra de Gabo con la de Yasunari Kawabata, premio Nobel de Literatura al igual que Gabo, y uno de los grandes literatos del pueblo japonés. La reverencia que tiene este fallecido autor en Japón es de tal magnitud, que en mi experiencia personal, meramente conversar sobre su obra con individuos japoneses abre las puertas de la comunicación y de la amistad, en esta notoriamente reservada cultura asiática. Este autor es considerado como uno de los maestros del pensamiento y la cultura japonesa, que exaltó en su obra las tradiciones y cultura del nipón de frente al progreso industrial y a la posguerra.  Tal vez lo mismo suceda en Hispanoamérica, con mencionar el nombre de Gabo en una conversación sobre todo con un(a) hispanoamericano(a) del Caribe; es una personalidad literaria de referencia hacia lo nuestro, un investigador y creador artístico de nuestro entorno, forma de ser y de pensar.

La obra de Yasunari Kawabata trabaja el tema de la prostitución, pero visto y analizado por los personajes de sus novelas de manera muy distinta a la visión que se tiene en la civilización occidental y en otras del mundo culturas sobre este tema. Al igual que Memoria es un tema importante de la novela, pero no es el tema central, es secundario, ya que el amor y los conflictos interpersonales son los temas centrales en estas obras literarias. La prostitución vista en ambos autores podría ser el entorno histórico-social en que los personajes se encuentran sometidos, en Japón la tradición cultural de la geisha, y en Barranquilla, Colombia, una ciudad caribeña que permite esta práctica machista, socialmente aceptada para los hombres solteros. No obstante, es aceptada socialmente sin desaparecer la inmoralidad del acto, que sutilmente se refleja en los dilemas morales de los personajes.  En la novela País de nieve de Yasunari Kawabata, considerada por muchos como una obra maestra de la literatura universal, el tema de la prostitución es analizado como parte de un engranaje político, cultural y social, en el contexto de una sociedad que practica la religión Shinto. Es un pueblo con unas tradiciones y cultura milenarias, en el cual la acción de que una mujer tenga sexo con un hombre por el pago en dinero pudiese ser moralmente aceptado, dentro de esa sociedad. Inclusive para las geishas, es una condición social aspirada, donde trabajan y estudian años para perfeccionarla, junto con otras artes como la flauta, el baile, el koto, que son ejecutadas con máxima delicadeza y formalidad. País de Nieve tiene muchos elementos y temas autobiográficos.  El personaje principal, Shimamura va a un resort de invierno en las montañas de la isla de Japón, allí él se enamora y establece un romance con Kamako, una geisha del campo, distinta a las geishas de la ciudad, menos refinada y culta que aquellas otras. En País de Nieve no hay una referencia explícita a la prostitución, pero para el lector es obvio que Kamako se prostituye para sobrevivir. Pero esta referencia a la prostitución es diferente Memoria, en esta la prostitución se refleja como algo ilícito e ilegal y socialmente marginada en barrios fuera de la ciudad, pero aceptaba como práctica de los hombres. En Memoria es el trato personal e individual de Anciano hacia Delgadina que hace de este acto uno humano, es el individuo y sus virtudes, quien supera la condición existencial del entorno decadente y pervertido, es el ya conocido antihéroe. En otras palabras, que en Memoria de un contexto extremadamente caótico, surge un balance no perfecto hacia el orden moral, el antihéroe de Anciano. Por otro lado, en País de Nieve, la Geisha es parte de una majestuosa geografía, mágica, espiritual y religiosa. Los espíritus y los elementos viven en las montañas y la religión Shinto está presente en los personajes principales y también en todos los que visitan estos resorts, que muchos visitan y/o peregrinan por motivaciones religiosas. La geisha Kamako es parte de este engranaje, no puede escapar de esta su condición existencial. Shimamura, un hombre japonés culto, conocedor de la cultura occidental, dialoga con ella y con él mismo internamente sobre las circunstancias sociales, económicas y geográficas de la geisha; surge un conflicto entre ellos que no podrán resolver.  Al igual que Memoria, País de Nieve tiene varios elementos autobiográficos que dan la impresión de que los sucesos que en ellas se desarrollaron ocurrieron durante la vida de sus autores por la forma de narrar la trama que es en primera persona y los detalles en la narración;  mucho de los conflictos de los personajes son similares a la vida de Yasunari Kawabata y de Gabo. En el caso de Gabo, esta novela es sin duda una novela autobiográfica; fue escrita dentro de su período de novelas autobiográficas. Gabo se propuso escribir su autobiografía en tres tomos de novelas; comenzó con Vivir para contarla, posteriormente el segundo libro Memoria, y finalmente el tercer tomo, que estará pronto para su publicación y que se desconoce su título. La novela País de Nieve es importante en mi opinión para entender a Memoria porque hace referencia al tema de la prostitución, pero desde una perspectiva totalmente distante y distinta a la del Caribe de Gabo. Toda esta sutileza geográfica y cultural del Japón, escapan el dilema moral de la prostitución como un acto explotador de machismo; no obstante, como mencioné anteriormente, es motivo de conflictos morales entre los personajes. No es mi opinión que las geishas o las prostitutas estén actuando bien, ni que en el caso de las geishas su tradición sea moralmente correcta, solo menciono que en la obra de Yasunari Kawabata no hubo explícitamente una discusión moral sobre sobre si la institución histórico-social de la geisha era correcta; pero si lo hay entrelíneas, en el efecto negativo que tuvo en la relación amorosa entre los personajes. En Memoria de Gabo tampoco hay esa discusión moral sobre la prostitución de niñas. En el caso del anciano es despreciable que él desee tener sexo por dinero con una niña virgen de catorce años y que consuma su acción eventualmente. Moralmente, el anciano no entra en debates sobre si es correcto o no hacerlo, él es amoral en este sentido, ajeno a un sentimiento religioso cristiano sobre lo que es correcto. La única referencia que hay sobre alguna acción incorrecta es en cuanto a las normas del bajo mundo, representado por el burdel de Rosa Cabarcas y los diálogos que ella tuvo por teléfono y personalmente con el Anciano. Además, hay un sentimiento de inmoralidad y de conciencia cuando el Anciano no le dice ni le comenta su estilo de vida a su única novia y a su secretaria con quien que tuvo sexo en varias ocasiones. Esa ausencia de moralidad es en mi opinión lo que hizo que las relaciones “normales” con mujeres fracasaran y que él solo pudiese sostener relaciones afectuosas con prostitutas. La trama de la novela se ve parcializada hacia el victimario, en este caso, el Anciano que cometió lo que sería conforme a las leyes penales una violación técnica. Él consiente y en pleno concurso y conspiración con Rosa Cabarcas acuerda a que se drogue a una niña negra de catorce años, para que esta se acueste con él y haya acceso carnal. Lo que él hace con ella y el amor que surge entre ambos en el mundo de los sueños es lo que lo liberará, será su defensa y atenuante ante tan horrendo crimen, nuestro personaje principal es un antihéroe de 90 años.

El tema de drogar a mujeres para que hombres ancianos por dinero se acuesten con ellas es otro tema que Gabo encuentra en común con Yasunari Kawabata. La novela La casa de las bellas durmientes, una novela no tan conocida de este autor japonés, trata sobre el anciano Eguchi, que visita en muchas ocasiones una casa de prostitución, en la cual los hombres no pueden tener sexo con las mujeres, por ser estas vírgenes; estas jóvenes son drogadas con píldoras narcóticas para que puedan dormir tranquilamente con sus clientes. Eguchi siempre le toca estar con jóvenes distintas en esta casa y él logra descubrir la virginidad de ellas, cosa que le complace y además tiene sueños junto con ellas. En Memoria hay paralelismos con La casa de las bellas durmientes, el Anciano es un anciano al igual que Eguchi y va a una casa de prostitución. También a Delgadina la endrogan para que esté con el Anciano, al igual que en la novela de Yasunari Kawabata.

Personalmente, no recomiendo esta novela, por tener como tema central la práctica de la prostitución con niñas, como padre de familia me sentí ofendido con este asunto, no porque se denunciara el mismo con una práctica real en los países caribeños, sino porque lo trata como algo simpático y aceptable en una novela autobiográfica. Viniendo este trabajo de un venerado literato del Caribe, premio Nobel de Literatura, yo esperaba una denuncia al sufrimiento y la injusticia social que estas niñas dedicadas a la prostitución, la inmensa mayoría de ellas forzadas en contra de su voluntad y extorsionadas para hacerlo, que lo sufren diariamente en sus vidas. Por el contrario, la novela trata de reivindicar moralmente la vida de un anciano machista, mediante la violación de una niña de catorce años y el amor psicótico que siente hacia ella. La trama de Memoria es muy distante a otra obra anterior de Gabo sobre el tema de la prostitución, La increíble y triste historia de la cándida Eréndira y su abuela desalmada.  En ésta última, la prostitución es vista como un cruel acto de explotación, tan horrendo que no hay salvación para los protagonistas que están enamorados. En Memorias el amor puede salvar y puede dar esperanza para un anciano y para una joven. El estilo de la novela es muy ligero, se puede leer en pocas horas y el uso del lenguaje para narrar demuestra una maestría en el idioma escrito. En este aspecto, la novela es muy buena para aprender cómo se puede escribir una excelente novela en pocas páginas.