Cine Caribe

Si fuera por el cine americano, por la llamada industria de Hollywood, viviríamos todos en dentro de una lógica de vida ética anarquista.  Todos contra el poder, no importa cuán autoritario o democrático éste sea.  Es cuestión de estar en contra.  Hay algo de eso en la película hoy reseñada.

16 Blocks (Dir. Richard Donner, EE.UU., 2006) es un ya “antiguo” filme que sólo dan en las redes sociales o en los aviones. Yo la ví en un viaje trasatlántico en el cual, de todas las películas esta resultaba la más interesante. Pese a que la había visto, no me acordaba; y cuando la volví a ver, me pareció excelente para hacer una reflexión sobre la ética ambivalente.

Belfast es un lugar familiar en mi memoria. Le dediqué cuatro años intensos de mi vida, entre 1995 al 1999.  En particular, a solicitud de organizaciones internacionales, con la colaboración del gobierno de Africa del Sur, coordiné un interesante proyecto de resocialización para excombatientes y expresos políticos del conflicto de Irlanda del Norte, los cuales venían a  Africa del Sur para entender el difícil verbo, pero más aún difícil sustantivo, que es el arte de la reconciliación.  Aquí aprendí a beber Guiness.  También a pedir una “pint of lager”.  También aprendí a reconocer que superados los conflictos, todos los participantes, por fuertes que hayan sido en el combate, deseaban vivir como seres humanos en la diferencia y tolerancia al otro.  Esa fue mi experiencia de vida en Belfast.

De repente la vi en las plataformas digitales.  Me interesó porque era un película de poca dirección.  74 minutos.  Posiblemente el largometraje mas breve disponible al momento.  Pero al verla descubrí una profunda película, hecha con muy poco presupuesto, aunque con un guión muy inteligente y actuaciones de emergentes actores dispuestos a echar la milla extra.

Es un regalo haberla visto recientemente. Fue un regalo, sin lugar a dudas de las plataformas de cine en línea, que nos permitió volver a esta, hoy, vieja película, la cual nos cuenta la historia de Puerto Rico.  Curioso, pues en la década de 1990, Hollywood, tuvo mucho interés sobre Puerto Rico, el territorio siempre colonial.

Me dijeron que era buena. En medio de un hotel-urbano-moderno, con cine en el televisor, ¿por qué no?  Me senté a ver un cortometraje ganador de un Oscar en el 2021, y sin lugar a dudas la vi una, dos y tres veces. Excelente.

Two distant strangers (Dir. Travon Free y Martin Desmond Roe, EE.UU., 2020) es un interesante trabajo de 32 minutos, escrito por Travon Free, quien funge como comediante en su vida diaria, y la puso realmente hablando en “Marte”.  Es un filme excelente bien pensado, apretado y sucinto pero que nos lleva al punto del asunto: ¿por qué el policía blanco tiene interés en criminalizar al hombre negro? Y,  ¿por qué el hombre negro al ser criminalizado desarrolla un desvío psico-emocional?

La vi porque era corta, pero sobre todo porque tenía a Kevin James en el reparto principal.  Esto hace una diferencia. Un buen actor y cómico.  Sobre todo, que es cine “sano”, lo que eso quiera decir o significar.

Ante este cuadro, ví la película de los hermanos Kinnane, una casa de producción independiente de ocho hermanos todos cineastas, que produjo Home Team (Dir. Charles y Daniel Kinnane, EE.UU., 2022). La película se sostiene bien, pues la historia bonita del dirigente de futbol americano, Sean Payton quien fue suspendido de su equipo por un asunto de mala administración deportiva, y se va al pueblo donde su hijo con la madre vivían, ahora divorciados, y se dedica a ser papá. 

Es un regalo haberla visto recientemente. Fue un regalo, sin lugar a dudas de las plataformas de cine en línea, que nos permitió volver a esta, hoy, vieja película, la cual nos cuenta la historia de Puerto Rico.  Curioso, pues en la década de 1990, Hollywood, tuvo mucho interés sobre Puerto Rico, el territorio siempre colonial.

El racismo en los EE.UU. no fue más o menos brutal que el racismo en otras partes del mundo. No obstante, el mismo ha gozado de la combinación de buenos escritores/historiadores y de buenos cineastas. Ahí estriba la diferencia. Las historias de terror del mundo racista de los EE.UU. encuentra eco en las industrias creativas de dicho país.

Loving (Dir. Jeff Nichols, EE.UU. 2016) narra la historia de la familia compuesta por Richard y Mildred Dolores Loving, un matrimonio interracial que cuestionó las leyes prohibicionistas de este tipo de matrimonio en los EE.UU. La película se inspira en el documental The Loving Story de Nancy Buirsky (2011) que hace un recuento de la vida de estos dos ciudadanos discriminados.