Me siento muy honrada por el reconocimiento de Mención Honorífica que ha brindado hoy el Jurado del PEN Club Internacional, Capítulo de Puerto Rico a Velos de la memoria (Isla Negra Editores-2019). Agradezco inmensamente a mis colegas de Guajana y del extendido y amplio gremio de escritores de aquí y de allá por el apoyo y la inspiración que siempre han sido en mi vida, muy en particular, a mi editor, el amigo y poeta, Carlos Roberto Gómez Vera; y, a mi hermana de letras y prologuista, Rubis Marilia Camacho, por haber creído ambos en Velos de la memoria. Comparto noticia junto a Kristina Plaza, Mención Honorífica y Francheska Lebrón, Premio Nacional de Poesía.

Leer más...

Bip,bip,bip,bip,bip,bip,bip,bip,bip,bip…

            -Tenemos una actividad esta noche, Karim nos invitó a un jangueo en su apartamento. Nos encontraremos con Neysh, Gian, Pepo, Leyka y otras amistades que tú no conoces-dijo Emanuel.

            -No sé si pueda ir, estamos en cuarentena y hay toque de queda. Mamá dice que no podemos salir de casa- señaló Luigi. -No creas que no me hace falta, siento este encerramiento una eternidad, me siento tan extraño de estar tanto tiempo en familia, apenas los empiezo a conocer, que ironía. Sin embargo, con ellos no me siento solo.

            - Déjate, de mierdas hermano. Vamos a joder esta noche, tú mamá ni se entera. Tiene tanto miedo que se pasa empepá con tantas pastillas para la depresión.

            - Te recojo a las 11:00, después del toque de queda. No falles, cabrón.

Leer más...

Sombra bicéfala

bajo la luz candente

de un cielo fiero, sombra.

Insolicitada, allegada

a mi puerta;  y umbras oscura

bajo el blanco frío

del hielo.

Leer más...

Mi papá, hacía una semana atrás, había comprado el panel, lo picó a la mitad a lo largo, le colocó alfajías de 1” x 2” y lo pintó de blanco. Así se lo pidió mami, porque el año anterior había usado un panel 4 por 8 picado a lo ancho y ahora las casitas no cabían. Mi madre era particular en eso de buscar las casitas y la gentecita para su aldea de Navidad. Según pasaban los años, compraba las casitas.

El caso es que en esta Navidad, le tomó todo el día planificar la aldea - que se convirtió en dos por tener tantas casitas y el panel ser tan estrecho - montar las bombillas y establecer las aldeas. Había parejas, hombres llevando niños, mujeres llevando niños y niñas, coros, monaguillos, gente llevando árboles, patinando, unos cuantos Santa Claus (lo que no era de su agrado porque prefería Reyes Magos), bomberos, policías, gente cargando agua del río. También había animales: caballos de tiro, perros, conejos, venados. Para establecer la tradición cristiana incluyo un pesebre en cada aldea.

Leer más...

Me escondo y desnudo mis amores
Acaricio cada letra terciopelo que baja por mis dedos
Y habito en cada palabra a contraluz.
Arranco de mi garganta los gritos de un poema
Que ha permanecido escondido entre las sombras...
Tripulante de sueño y fantasía

Leer más...

Más artículos...