Recientemente he concluido la lectura del poemario Cuerpo Nuestro de la escritora Aurea María Sotomayor y conjuntamente me he enterado de la entrega del premio de poesía del Instituto de Literatura Puertorriqueña al referido texto lo que continúa certificándome la precariedad crítica que acompaña a la premiación de los libros en el campo de la literatura de creación.
Crítica literaria
Dulce polvo de diamantes para el vuelo de una garza desangrada: Rosario Ferré
a Carmelo Rodríguez Torres
Más que la confesión final de un sentenciado a muerte, parece una parejería de muchacha malcriada obstinada en contrariar a la sangre de su estirpe, fundadora ésta de una industria emblemática de la modernidad puertorriqueña: el cemento. “Soy una anarquista literaria irredenta y a orgullo lo tengo. Creo que es la pasión por la libertad lo que me ha hecho ser escritora. Escribo en español y en inglés precisamente porque el bilingüismo está proscrito en Puerto Rico. Y a mí, desgraciadamente, basta que me prohíban algo para que inmediatamente me empeñe en hacerlo. Considero las prohibiciones que responden a los fanatismos políticos y religiosos como un reto. Cada vez que traduzco uno de mis libros al inglés, siento como si me quitara una mordaza. ¡Y estoy afirmando mi derecho a escribir en el idioma que me dé la santa gana! Si pudiera también escribir en chino y en francés, me sentiría todavía mejor”.
Crítica y gestoría literaria en Puerto Rico
No me considero un crítico literario ni un filósofo moderno, aunque he publicado un libro de aforismos El sur y su siniestra en el que trabajo con el pensamiento de carácter filosófico. Los críticos literarios ya sabemos dónde están y lo que hacen. Yo me considero una persona con algunas opiniones (no diré que humildes) y me atrevo a expresarlas independientemente de que agraden o agredan al que las lea. Nada más ni nada menos. Sin afán de sistematizaciones que son las que conllevarían al quehacer filosófico en plenitud. Aunque me encanta la crítica, la filosofía y las polémicas. A las que nunca he rehuido.
Una soledad compartida
Carmelo Rodríguez Torres o la espinísima ferocidad de la desmesura y otros demonios caribeños más dulces que la sangre
a Kianí y Yamil; a Ana Lydia Vega
En días recientes se ha ventilado la noticia de que la Universidad de Puerto Rico, Recinto de Río Piedras (UPRRP), le otorgará el jueves, 10 de marzo de 2016, el grado de Doctor Honoris Causa al escritor chileno Antonio Skármeta Vranicic. (Justo el día antes del comienzo de la séptima edición del Congreso Internacional de la Lengua Española a celebrarse en San Juan de Puerto Rico entre los días 11 y 20 de marzo.)
"Dennis Mario de seis a seis" por Daniel Nina
El caribe en el exilio: palabras de acompañamiento
"no me regalen más libros / porque no los leo / lo que he aprendido / es porque lo veo / mientras más pasan los años / me contradigo cuando pienso / el tiempo no me mueve / yo me muevo con el tiempo" -Calle 13
La construcción del imaginario del Caribe, sus habitantes, las diferentes visiones y voces pluriculturales son motor y gasolina para toda suerte de ficciones. Historias que tocan rasgos intrínsecos de esta parte tan calurosa del mundo: el nacimiento de mitos, la extranjería, la trata de cuerpos (hombres, mujeres, niños), las putas, las sumisas, los estereotipos, el disfraz, el exorcismo-mujer-caribeña y arte, mujer caribeña y música, la femme fatale, la religiosidad creole, el ateísmo, etc. Como narradora e investigadora de la historia para propósitos de creación literaria, permanezco ávida y expectante ante la posibilidad de la inminente publicación de un libro sobre los temas que con tanta pasión me generan ideas: género, cuerpo, raza, identidad, “exilio”, Caribe. El Caribe es para mí el génesis desde dónde todo aflora, desde donde todo debe observarse. El jardín de edén que me permite experimentar con argumentos, personajes, fábulas y mitos. En el Caribe siento que navego desde y hasta la africanía, desde y hasta la feminidad, lo exótico, el lesbianismo, la transvestidura, las traiciones y el abandono.
Esquema gastroliterario
Al son de la lata baila el chorizo.
Marvin Santiago
Con la publicación de Puerto Rico en la olla (2006), de Cruz Miguel Ortiz Cuadra, la escritura sobre la comida puertorriqueña adquiere un peso bibliográfico significativo, o mejor, descomunal. Libro clave, en una historia que empieza en 1849, con el Cocinero puertorriqueño, de gran envergadura investigativa (por lo que ganó el Premio Pen Club de 2007), cuya aparición en el escenario bibliográfico boricua desata una imantación insospechada de textos literarios, la cual es nuestro propósito cartografiar.