Nota editorial: ponencia pronunciada en ocasión del Día Internacional de la Danza, organizado por AproDanza, 29 de abril de 2016.
El país se levanta con entusiasmo todos los días. No nos queda otra. Ante esto, una de las razones por las cuales nos levantamos, es que somos parte de la creencia, que aún un mejor futuro nos acompañará. Ante la crisis que enfrenta el país, las conversaciones “serias” en torno a la Junta de Supervisión Fiscal, la Ley de Moratoria de Emergencias, las elecciones generales de noviembre del 2016, uno vive con la sensación que hablar de la danza, es más que nada un sin sentido. Pero para ser consistentes con nuestra razón de ser en la vida y en oposición a esos que vinculan la danza con algo de poco valor social, y motivados por nuestra razón levantarnos todos los días a luchar, nuestra contestación sencilla, es una simple: “nada que ver”.