El golpe de Estado blando se concretó en Brasil: fue separada del cargo Dilma Rousseff por, al menos, 180 días y con mucha probablilidad permanentemente. En su lugar asumirá el “Cobos” brasileño, Michel Temer.
Más allá de una última etapa en la que Dilma implementó un programa económico de receta neoliberal en muchos aspectos, que resintió gravemente la economía brasileña, pero mucho más su relación con las bases sociales, la experiencia de gobierno del PT fue en términos globales muy beneficiosa para los sectores populares. La inclusión de 50 millones de personas al consumo luego de haber conocido la pobreza extrema es algo que a la sociedad no podrá olvidar fácilmente.
Esto y un proceso que a todas luces es irregular configuran un “golpe de Estado” que no están dispuestos a tolerar. Por eso el proceso los encuentra movilizados en ciudades de todo el país bajo la consigna “Ocupar todo en contra del golpe”.